España sucumbió ante la pegada de Inglaterra y su estrella, Harry Kane, ni siquiera necesitó marcar para ser el mejor del partido y hacer un traje a Sergio Ramos y Nacho en una noche para olvidar de toda la zaga de 'La Roja'.
Sevilla tiene un color especial para Raheem Sterling
El delantero del Tottenham asistió a Sterling y Rashford en el 0-2 y el 0-3, sólo tocó el balón 19 veces, dio 12 pases y 2 de ellos acabaron en gol, ganó el 100% de los duelos áereos (5) y 7 de las 11 disputas que tuvo con los centrales de España. Una exhibición con la que Southgate lo convirtió en el hombre clave para aguantar la pelota y generar espacios para Sterling y Rashford, dos velocistas con pegada, para mostrar las carencias del sistema de Luis Enrique. Kane brilló haciendo esa labor oscura de trabajo para el equipo que muchos expertos le atribuyen a Karim Benzema en el Real Madrid.
Las visitas del 9 inglés a España siempre despiertan el morbo del aficionado, consciente de que es uno de esos hombres que sigue un Real Madrid famélico de gol tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Ni siquiera tuvo que ver portería para que su partido a poco menos de 500 kilómetros del Santiago Bernabéu fueran una llamada de atención a Florentino Pérez para que acabe pronunciendo su frase más mítica. Si Harry Kane no ha nacido para jugar en el Real Madrid, le falta muy poco.
