El fin de semana deportivo, por fuera de lo futbolístico, estuvo centrado en una nueva presentación exitosa del Canelo Álvarez ante Caleb Plant con un demoledor KO en el 11° asalto en Las Vegas. Mucho más al sur, en la Ciudad de Buenos Aires, el otro Álvarez no necesitó guantes sino sus botines, su cabeza y su olfato goleador para otra noche que quedará en la memoria.
En términos boxísticos, Patronato se sabía punto y decidió que su estrategia sea protegerse de los golpes, escapar del asedio y tirar una mano salvadora, para lo cual estaba preparado Sosa Sánchez, que llegó a inquietar a Armani. Pero el problema central fue que el primer jab del Millonario impactó de lleno, con un remate de Palavecino que entró directo en la mandíbula.
Hasta que promediaba la primera mitad, la Araña no había entrado demasiado en juego. Pero cuando se despabiló, salió a golpear y golpear: a los 28', empujó un rebote tras un disparo de Enzo Fernández; a los 36' fue a presionar a Ibáñez, le adivinó la intención de eludirlo, se la robó y la tocó a la red; a los 40', puso la cabeza en otro rebote y a cobrar. Combinación letal y Patrón a la lona.
A diferencia del boxeo, en el fútbol se debe jugar el partido completo aunque uno de los participantes no tenga ninguna posibilidad de reponerse. Y hubo tiempo para otra trompada, también del "Canelo" tras el pase de Carrascal, para el 5-0 definitivo.
El nocaut se entiende además por algunos datos estadísticos: River metió cinco goles pateando 14 veces y nueve de esos disparos fueron al arco. De hecho, hasta el cuarto gol, los únicos remates que no habían sido goles fueron los que atajó Ibáñez y Álvarez capitalizó en el rebote. Y si bien en la posesión hubo una diferencia aplastante, de 70% a 30%, no fue uno de los encuentros en los que domina lejos del arco rival y sin profundidad. Todo lo contrario. La tenencia de pelota fue directa para lastimar.
El que cayó fue Patronato, pero el noqueado parece el campeonato. Con cinco fechas por jugarse y siete puntos de diferencia, River se encamina al único cinturón que le falta a Gallardo y lo hará con cifras que impactan, como los 43 goles a favor (más de dos por partido), con los que lleva ocho de ventaja a Lanús y 13 a Talleres y Defensa, sus perseguidores en este rubro, además de solo 13 tantos en contra y 14 victorias en 20 presentaciones.