En Italia están investigando el famoso intercambio entre Barça y Juventus que implicó la marcha del brasileño Arthur Melo a Turín y la llegada del bosnio Miralem Pjanic al Camp Nou, entre otros traspasos. Según informa la prensa italiana, la Fiscalía de la Federación Italiana de Fútbol (Federcalcio) ha abierto un expediente sobre presuntas "plusvalías sospechosas" en diferentes traspasos en varios clubes italianos, tras recibir documentación sobre este asunto, trasladada por una comisión de supervisión de los cluebs profesionales italianos.
El caso nace por la hipervaloración de algunos jugadores en operaciones de fichajes, lo que hace sospechar que esas transacciones se llevaron a cabo para arreglar los balances financieros de algunos clubes. Todo se está analizando después de que las autoridades para el control de las sociedades que cotizan el bolsa hayan pedido documentación y aclaraciones sobre nada más y nada menos que 62 traspasos realizados en la Serie A. De esos traspasos, hasta 42 salpican a la Juventus de Turín.
La Juventus, en el punto de mira
La transacción principal que investiga la Fiscalía de Italia es el trueque Pjanic-Arthur, llevado a cabo entre Juventus y FC Barcelona. En esa operación, la Juventus vendió a Pjanic (60 millones) a los culés. Este traspaso fue precedido por la compra de Matheus Pereira por 8 millones, y luego de Arthur Melo, valorado en 72 millones, y posteriormente de Alejandro Marqués, por 8 millones. En total, se calcula que la Juve podría haber tenido casi 50 millones de euros en plusvalías por estas operaciones.
Lo mismo ocurre con el el fichaje de Oshimen por el Nápoles, que también está siendo investigado por la fiscalía. O el caso del Génova, por las operaciones con Rovella, Portanova y Petrelli. En la prensa italiana se deja entrever la tesis de que la fiscalía no se está fijando en el importe de las operaciones y de los fichajes, sino en que esa inflación podría haberse llevado a cabo para cuadrar números y evitar el rigor del "fair play" financiero.