ENTREVISTA EXCLUSIVA
Andrés Iniesta se presentó al mundo del fútbol en 1996, cuando se dio a conocer con doce años en el torneo de Brunete. Allí le vio el Barcelona, que se lanzó a por él desde el primer momento en el que le vio. "Albert Benaiges (entonces entrenador del Juvenil A, ndr) nos avisó y fuimos a verle" explica Joan Martínez Vilaseca, alguien que no necesita presentación entre el barcelonismo. Junto al legendario Oriol Tort es responsable de la llegada de la mayoría de cracks que han desfilado por el club la última década, desde Carles Puyol a Leo Messi. "Era muy técnico, rápido y con una tremenda visión, tenía todo lo que buscábamos en un centrocampista". Sin embargo, traer a Iniesta no fue nada fácil según recuerda.
Los diez mejores momentos de la carrera de Iniesta
"El destino quiso que aquel año jugáramos la Copa del Rey contra los juveniles del Albacete y aprovechamos para hablar con sus padres" relata. José Antonio y Mari "nos explicaron que era muy pequeño, algo que entendíamos perfectamente, pero les avisamos de que siendo tan bueno tarde o temprano más equipos se interesarían en él y que recordara que cuando eso pasara la propuesta del Barcelona seguiría en pie". El club catalán había sido el primero en mover ficha pero todavía podía suceder cualquier cosa. Sin embargo, "un día nos llamó su padre y nos dijo que venía con toda la familia a Port Aventura, así que les invitamos a venir a ver la Masía". Aquel viaje resultó la clave. "Si le fichamos fue gracias a eso" explica Martínez Vilaseca. Porque ese viaje hizo que Iniesta y su familia pisaran las instalaciones del Barcelona por primera vez en su vida.
Ya por aquel entonces, en 1996, la academia barcelonista suponía un valor diferencial para cualquier aspirante a futbolista y años antes había convencido a la familia del cántabro Iván De la Peña por delante de la oferta del Real Madrid. "Comimos en las instalaciones y les gustó la visita" señala Martínez Vilaseca para recordar con orgullo que "éramos el único centro formativo con residencia". La visita a Port Aventura y a la Masía no tardó en surtir efecto. "A los pocos días su padre nos llamó y nos dijo que aceptaban nuestra propuesta". Comenzaba un idilio que ha durado veintiún años y que ha convertido a Iniesta en capitán del primer equipo y en el jugador más laureado de la historia de un club con ciento ciecinueve años de historia y por el que han desfilado los más grandes futbolistas de siempre.
Pero en la Masía nadie dudaba de que el pequeño Iniesta estaba hecho de la misma pasta que ellos. "Todos los técnicos supimos desde siempre que llegaría" al primer equipo. "Nuestro plan era que a los diecisiete tenía que estar en el filial y a los dieciocho con los mayores por el nivel que tenía". Y así fue gracias a Louis Van Gaal, "un entrenador valiente que ha apostado por los jóvenes en todos los clubes por los que ha pasado" añade Martínez Vilaseca. "En su segunda etapa, nada más llegar me preguntó si había algo interesante en el filial para el primer equipo". No dudó ni por un momento. "Le hablé de un centrocampista ofensivo que era indiscutiblemente para el primer equipo". Tenía dieciocho años y, según lo previsto, Iniesta empezó a trabajar con asiduidad con los cracks para debutar en octubre del mismo año ante el Brujas. Había nacido una estrella.
No todo fue un camino de rosas. "Lo ha pasado mal en determinadas épocas" desde los llantos nocturnos en la Masía siendo un niño recién llegado de Fuentealbilla hasta alguna que otra decepción, "también en la final de París en 2006, cuando se cayó del once de la final" de la Champions League. Su entrada al terreno de juego resultó clave, pues fue él quien empezó las jugadas que culminaron en los goles de Samuel Eto'o y Juliano Belletti ante el Arsenal. Más tarde metería al Barcelona en la senda del triplete del 2009 con el inolvidable 'iniestazo' en Stamford Bridge y a España hasta le dio un Mundial. "Todavía no ha dicho la última palabra en la selección aunque todos sospechamos que no tardará en marcharse porque es de esta clase de jugadores tan importantes que no saben ocupar otro rol por muy mal que nos sepa, pero se irá por la puerta grande".
Iniesta ya ha tomado su decisión de futuro
También lo hará del Barcelona, del que es historia viva a pesar de que hoy sea un día triste para todo el barcelonismo. Se va un jugador único, quizá tan irrepetible como Messi, que le dedicó un largo e intenso abrazo tras su gol al Sevilla en la final de la Copa del Rey. Juntos han redefinido la historia de un club que en ocasiones se había acostumbrado a estar a la sombra de otros. Iniesta le ha devuelto donde le tocaba, a la cima del mundo. ¿Qué hubiera pasado si la familia se hubiera ido de vacaciones a EuroDisney?