Antonin PanenkaTwitter

Esa otra gran figura del fútbol

Firma Paulo Futre Jr.Goal

Me refiero a las figuras literarias que inundan las expresiones del deporte rey. También conocidas como figuras retóricas, se tratan de formas no convencionales de emplear las palabras para dotarlas de expresividad. Voy a hablaros sobre una de ellas, la metonimia, y cómo surgió uno de sus usos más cotidianos para todos los futboleros. 

Podemos ponerle fecha y lugar de nacimiento: 20 de junio de 1976. Día en el que un bigotudo se atrevió a hacer una genialidad que cambiaría para siempre el fútbol y el lenguaje. En esa fecha se jugó la final de la Eurocopa entre Alemania Federal y Checoslovaquia, organizada en la antigua Yugoslavia. ¡Qué vintage suena todo que ya ninguno de los tres países existe como tal!

El tiempo reglamentario acabó en empate a dos. En la tanda de penaltis, los alemanes fallaron la cuarta pena máxima. Si los checoslovacos anotasen el siguiente serían campeones. El primer título de la historia de su país. ¿Os imagináis el peso de tener todas las esperanzas de una nación puestas en tus botas? Además ante un porterazo como el germano Sepp Maier. Yo creo que todos cogeríamos carrerilla, tiraríamos lo más fuerte posible y que fuese lo que Dios quiera.

Pero el señor del mostacho no. Demasiado simple. Al menos cumplió la parte de coger carrerilla. De forma muy llamativa. Cualquiera pensaría que rompería el balón con todas sus fuerzas cuando disparase. Pero no golpeó el esférico, sino que lo acarició suavemente. Casi con cariño. La carrerilla no había sido más que una teatralización para lanzar el penalti en forma de una elegantísima vaselina. El cuero entró en mitad de la portería mientras el mundo entero contuvo la respiración durante aquel vuelo tan bello. 

Así fue como Antonin Panenka dejó su nombre escrito en piedra para siempre en este deporte. Tan simbólico y revolucionario fue ejecutar la pena máxima de esa forma, que su apellido se asoció para siempre a ese tipo de lanzamientos. Ha pasado a llamarse “gol de Panenka” y hasta hay derivados como un “Panenkazo”. Esto es lo que se conoce como una metonimia. Se trata de una figura retórica que designa una cosa o idea con el nombre de otra con la cual está relacionada por dependencia o causalidad. En este caso de autor por obra. Por ejemplo cuando decimos “El coleccionista tiene un Picasso” en vez de “El coleccionista tiene un cuadro de Picasso”.

Zidane intentó competir con la autoría del término, marcando un penalti similar en la finalísima del Mundial de 2006. Nada menos que ante Gianluigi Buffon. Sergio Ramos también lo intenta habitualmente. Pero me temo que ningún jugador conseguirá usurpar el trono lingüístico. Lo que ocurrió aquel 20 de junio del 76 es insuperable. Disfruten esa obra de arte en youtube. No es una exageración que haya usado Panenka y Picasso en la misma frase.

EL GOL DE PANENKA

Paulo Futre Jr.

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