¿Quién lo hubiera pensado hace apenas dos años, por ejemplo? José Rojas, el gran capitán de la Universidad de Chile de Sampaoli, que maravilló fronteras para dentro y para fuera, el hombre que estuvo defendiendo a La Roja sudamericana en el Mundial de Brasil y en la tan deseada y festejada Copa América 2015, ese mismo defensor, no puede conseguir ser contratado por un equipo chileno para afrontar el segundo semestre del año. Así de raro y cambiante parece ser el fútbol del siglo XXI.
El triste presente futbolístico de Pepe Rojas es tan llamativo como cierto. El futbolista, tras actual en la tercera división española y lograr el ascenso con Lorca, tiene intenciones de regresar a jugar en el campeonato de su propio país, pero no cuenta con ofertas. De hecho, fue ofrecido a Universidad Católica y a Unión Española, pero ambos equipos tomaron la misma medida: rechazar al zaguero de 34 años.
“Me lo ofrecieron, sabía que él tenía ganas de volver a Chile, pero en ningún momento se lo planteé a la dirigencia para que se negociara o empezara a haber conversaciones”, señaló Martín Palermo, el técnico de Unión Española.
Los dueños de Lorca son empresarios asiáticos y ayudarían a Rojas a actuar en la liga china, en caso de fracasar en su deseo de quedarse en Chile.