OPINIÓN
Francisco Alarcón está viviendo una de sus etapas deportivas más grises en el Real Madrid. El talentoso jugador malagueño firmó otra actuación anodina ante el Espanyol. Una más a sumar en un año que empieza a ser para olvidar en el plano individual y colectivo. Sin aportar lo que se espera de un hombre de su contrastada calidad. En una temporada tan importante para todo profesional como es la que precede a la Copa del Mundo.
Todas las noticias sobre el Real Madrid
Isco no solo está viendo cómo su aportación en el Real Madrid sigue siendo reducida, sin llegar al pitido final, manifestando que su fondo físico es el talón de Aquiles a los ojos de Zidane. El mediocampista andaluz parece haberse contagiando del escaso espíritu luchador que muestra el Real Madrid en esta Liga. Cambiando hasta su semblante y andares, llegando a perder la sonrisa para dejarse deambular por momentos sobre el césped.
El problema para Isco es que la competencia es muy fuerte, no solo en casa sino también alrededor suyo. Ganarse un lugar en el once del Real Madrid siempre ha sido caro, máxime si el técnico tiene elegido a su equipo de gala. Una lista de elegidos de la que hace tiempo se quedó fuera. El problema para el de Arroyo de la Miel es que hasta ahora había discutido ese rol en el plantel con grandes momentos, con instantes brillantes que han pasado de ser intermitentes a casi apagarse... En el peor momento.
A falta de pocos días para que el Real Madrid afronte la decisiva vuelta de la Champions ante el PSG, el gran escaparate y único objetivo del club blanco en esta temporada, y a poco más de 100 días de que arranque el Mundial, el crédito de Isco se ha visto reducido, tanto que empieza a ver por el retrovisor cómo un grupo de futbolistas -entre los que se encuentran Marcos Alonso, Aspas, Portu o Gerard Moreno- opositan a esas plazas de la Selección que siempre están en el aire, libres para ser ocupadas por los que muestren más méritos en el último curso.
¿Cuántas ediciones ha jugado España en los Mundiales?
No queda tanto para que Lopetegui llame a los 23 elegidos para ocupar el vagón de los internaciones que acudirán al Mundial. Un tren con dirección a Moscú que no pasó por Cornellá por Isco y que el malagueño podría llegar a perder en su próxima parada si no se gana el billete a tiempo.
