Cuando Ousmane Dembélé cerró su traspaso al Barcelona por 105 millones de euros, parecía que el joven francés estaba a punto de ser lanzado al estrellato. Nada más lejano a la realidad. El jugador de 20 años no está teniendo en el Camp Nou los días que imaginaba, y su lugar con la Selección gala en Rusia 2018 empieza a peligrar.
Llegó al club de LaLiga con el peso de tener que reemplazar a Neymar. Pero casi seis meses después, apenas ha tenido la oportunidad de mostrarles a los fanáticos del Barça lo que puede hacer. Y mucho menos logró mostrar su capacidad para poder suplir la salida del crack brasileño al Paris Saint-Germain.
Para cuando regrese a la acción, es probable que se hayan completado dos tercios de la temporada de la liga española. En el espacio de nueve meses, habrá completado un partido completo una sola vez -la Supercopa alemana en agosto- y el Barça habrá pagado 734.265 euros por cada minuto de la Liga que el chico haya disputado.
Getty ImagesSi lo tenía difícil, más aún con la llegada de Philippe Coutinho. El brasileño también está lesionado, pero se espera que vuelva en 15 días. Y, a largo plazo, la presencia del ex Liverpool podría dejar al galo sin los minutos que necesita para ser tenido en cuenta por Didier Deschamps. Algo impensado cuando comenzó la temporada.
Inevitablemente, persistirán las dudas sobre la capacidad de Dembélé para jugar con la intensidad requerida en el Barcelona, y el seleccionador de Francia no tiene por qué arriesgarse a llevar a Rusia a un jugador con tanta tendencia a lesionarse.
En Francia hay una enorme cantidad de delanteros luchando por un puesto: Kylian Mbappe, Thomas Lemar, Alexandre Lacazette, Kingsley Coman, Anthony Martial e incluso Nabil Fekir y Florian Thauvin, en buena forma con el Marsella. Todos ellos son capaces de ocupar el puesto del barcelonista, y aunque no todos son tan talentosos, sí habrán gozado de minutos competitivos para convencer al entrenador galo.
Por supuesto, la preferencia de Deschamps será tener al atacante del Barça entre sus filas, pero no depende de él. Sí de Dembélé, cuyo sueño de estar en el Mundial podría esfumarse rápidamente si sigue sufriendo lesiones.