Moussa DembéléClub Atlético de Madrid

¿Resistencia? Un sinónimo de Dembélé

Ruben Uria BlogGoal

Golpeado desde que llegó, aplastado por la Ley de Murhpy, Moussa Dembélé vuelve a escena. Aterrizó cedido con opción de compra tras una operación relámpago para dar descansos a Luis Suárez cuando el Atlético de Madrid arrasaba y los falsos profetas decían que sería campeón en enero, pero desde que puso un pie en Madrid, el francés ha visto cómo las hojas del calendario avanzaban de fatalidad en fatalidad. Llegó convalenciente de una fractura en el brazo, trató de adaptarse a los esquemas de Simeone, sufrió molestias musculares, después dio positivo por coronavirus, no debutó hasta el 20 de febrero y protagonizó un gran susto cuando perdió el conocimiento por una bajada de tensión que alarmó a toda la hinchada. Después de un par de semanas siendo monitoreado por los servicios médicos y de completar un exhaustivo chequeo, Moussa está por fin en perfectas condiciones y vuelve al grupo cuando más falta hace.

En la previa del trascendental duelo ante el Real Betis, sabiendo que los de Simeone estaban en cuadro y apenas tenían delanteros disponibles, la Cadena SER reveló que el club tuvo que frenar el ímpetu de Dembélé, que pidió jugar el partido firmando un documento donde eximía al Atleti de cualquier responsabilidad si le ocurría algo en el campo. Un gesto que le honra. El club, en un ejercicio de responsabilidad y prudencia, descartó el gesto del francés y le pidió paciencia para volver cuando las circunstancias lo aconsejaran, para no arriesgar lo más mínimo su salud. Ahora Moussa ya está a las órdenes del Cholo y se ha reincorporado a la disciplina de un grupo que está corto de efectivos, seco de gol y necesitado de puntos.

Después de Sevilla, Simeone, que no da puntada sin hilo, dejó caer una palabra en forma de espíritu y actitud colectiva para la recta final del curso: "Resistencia". De eso, precisamente, va sobrado Moussa. ¿Resistencia? Dembélé es un sinónimo. Le ha pasado de todo y ahí sigue. Le ha salido todo mal y ahí está. En un contexto de necesidad, dudas y negatividad, resistencia y Dembélé son sinónimos. Apenas ha jugado 88 minutos en cuatro partidos, no ha marcado ningún gol y su rendimiento, de aquí a final de temporada, sigue siendo una incógnita. Dembélé ha vuelto, desea voltear su situación, quiere demostrar que puede ser útil y quiere convertir toda la fatalidad sufrida en gasolina extra para su equipo. El equipo, obligado a recuperar su mejor versión para ganar una Liga que todos dicen que ahora es imposible, necesita el mejor catálogo de prestaciones de Moussa. Potencia al choque, estirar al equipo, ganar duelos, fijar centrales y sobre todo, gol. El francés quiere sacar toda la rabia contenida que lleva dentro y Simeone necesita todos los goles que Dembélé guarde en el sótano. Ante la faltalidad, resistencia. Y si el tema es resistir, nadie mejor que Dembélé.

Rubén Uría

Anuncios