Bérgamo es una de las ciudades más afectadas por el coronavirus de Italia, el país más infectado del mundo. Desde allí, donde los efectos del Covid-19 se viven día a día, Alejandro Gómez pintó un panorama realista, que se choca de frente con la decisiíón de algunos clubes de retomar los entrenamientos en plena cuarentena obligatoria y con las presiones que ejercen algunos directivos para retomar las actividades de la Serie A lo más pronto posible.
"Sinceramente, en este momento me es muy difícil pensar en el fútbol, porque no veo que se pueda volver a jugar en el corto plazo. No veo una solución en el futuro más próximo", reconoció el Papu. En una entrevista con el diario Olé, el capitán de Atalanta explicó: "Si dicen que dentro de un mes vuelve a arrancar, todavía van a haber contagiados y nosotros vamos a estar viajando en avión o en micro, yendo a hoteles. Posiblemente haya menos infectados, pero no va a parar en un mes".
Desde su casa, donde está recluído junto a su familia desde el 11 de marzo -cuando regresó de España tras el partido de vuelta de los octavos de final de la Champions League contra Valencia-, Gómez contó que todos los días se entrena por su cuenta, aunque con pocas expectativas: "Me entreno, sí, pero como para moverme. La realidad es que no sé cuando voy a volver a practicar con mis compañeros o a jugar un partido. Pienso muy poco en lo profesional porque salvo que aparezca la cura o una vacuna, veo que viene para largo todo esto".
Por otra parte, el Papu también apoyó la decisión de River de no haberse presentado a jugar su partido frente a Atlético Tucumán por la Copa Superliga y lo comparó con lo ocurrido en Italia: "Creo que tuvieron mucho coraje los jugadores y el club tomó una decisión muy valiente. Acá se tendría que haber parado el fútbol una semana o quince días antes y no lo hicieron. Nadie decía nada. Jugaron Juventus - Inter, se contagió Rugani y contagió a todos. Que un club como River, que es una potencia, haya tomado esa medida, para mí es un ejemplo".
