Josep Maria Bartomeu, BarcelonaGetty

El Barcelona reconoce pérdidas de 97 millones y una deuda disparada de 488

La crisis generada por la pandemia del Covid-19 ha tenido consecuencias importantes especialmente en las finanzas del Barcelona, que el lunes anunció una reducción del presupuesto del 19% con respecto al de la temporada pasada. De esta forma, el club azulgrana ha diseñado una previsión de ingresos que asciende a los 791 millones de euros para la temporada 2020-2021, 203 millones menos que hace un año, cuando aprobó en Asamblea un presupuesto de 1.047 millones.

Según desveló el vicepresidente patrimonial, Jordi Moix, en rueda de prensa, la crisis generó un impacto directo en los los ingresos de la temporada anterior de 97 millones después de operaciones tan controvertidas como la venta de Arthur Melo, decisiva a la hora de reducir las pérdidas. De todas formas, la nueva previsión de ingresos, cuando sea presentada, tendrá en cuenta la caída de los mismos y, en este contexto, Moix también anunció su intención de aplicar una nueva rebaja salarial a todos los jugadores profesionales del club.

Con la deuda disparada, el club negocia una tercera rebaja salarial

Será el tercer recorte que aplique el Barcelona tras los que ya realizó en primavera y verano y que siguen sin hacer sostenible la economía de un Barcelona que ya negocia con sus futbolistas pero que anda lejos de alcanzar acuerdo alguno con ninguno de ellos. Se da la circunstancia de que en esta ocasión el club pretende pactar cada rebaja de forma individual y no colectiva, como las dos anteriores.

Además, Moix hizo público que la deuda se ha multiplicado por dos en un año, prácticamente. Actualmente asciende a 488 millones de euros mientras que en junio de 2019 se había reducido a 217, por lo que el impacto real de la crisis del Covid-19 en la tesorería azulgrana es mucho mayor de lo que denota el cierre financiero.

El Espai Barça se mantiene a pesar de encarecerse

Por último, Moix también confirmó que el club mantiene la intención de ejecutar el Espai Barça, el proyecto mediante el cual se pretende reconstruir todas las instalaciones del club e incluye el nuevo Camp Nou, el nuevo Palau Blaugrana y las nuevas oficinas, a pesar de que su coste se ha incrementado de los 600 millones iniciales a los 815 en los que está valorado actualmente, 725 por el proyecto en si y otros 90 en intereses a Goldman Sachs, la entidad bancaria que financiaría las obras con un préstamo a devolver en treinta años.

Cabe señalar que el Barcelona todavía no tiene permiso de obras y no espera tenerlo de parte del Ayuntamiento hasta finales de 2020. De esta forma, la actual junta directiva pretende someter el proyecto a un nuevo referéndum entre los socios a la vez que señala que el impacto financiero anual puede ascender a 150 millones de beneficios anuales. En cualquier caso estas son cuestiones que se debatirán dentro de unas semanas pues hoy lo que ocupa y preocupa al Barcelona, que no presentó previsión alguna de gastos para la presente temporada, es la nueva reducción de salarios.

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