Ernesto Valverde Liverpool Barcelona UCL 07052019Getty

De Liverpool a Roma, el Barcelona sale de Anfield más humillado que nunca

En solo novena minutos agotó la credibilidad que tardó nueve meses en ganar pues falló cuando y donde no debía hacerlo y, no contentos con ello, hasta permitieron que el Liverpool les endosara la mayor de las humillaciones en décadas. Sin duda, fue la noche más amarga que este redactor le ha visto al Barcelona de Leo Messi, incapaz de marcar frente a un Liverpool al que dio alas prácticamente desde el primer minuto para ver cómo tiraba la toalla antes de tiempo, viéndose incapaz de marcar un solo gol ante los ingleses. Y no se puede olvidar que Jürgen Klopp no pudo contar con sus dos mejores jugadores, Roberto Firmino y MoSalah. El Barcelona, presa de una mezcla de convencimiento y desidia, fue víctima -otra vez- de sus propios miedos. Nadie puede decir que no estaba avisado el cuadro barcelonista. Y ni así.

Porque el Liverpool empezó según lo previsto, como un ciclón que ahogó a los hombres de Ernesto Valverde y provocó el error de la zaga azulgrana en el tramo inicial para que sucediera lo que no tenía que pasar, que los ‘reds’ abrieran el marcador rápidamente. Fue Origi quien aprovechó el mal rechace de Marc-André Ter Stegen ante el primer remate de Jordan Henderson y abrió el marcador. Lejos de intimidar al Barcelona, este gol les recordó a los barcelonistas qué habían venido a buscar en Anfield y obligaron a Alisson Becker a lucirse tras cuatro ocasiones claras de gol que rebajaron el ímpetu del Liverpool. A partir de entonces las más claras fueron del Barcelona, que no logró ver puerta en el primer tiempo pese a un último remate de Messi que se marchó por línea de fondo acariciando el poste.

Incomprensiblemente el Barcelona fue igual de permisivo con su rival también en el arranque tras el descanso y Sadio Mané hasta pudo poner el segundo a los cinco minutos pero Sergi Roberto apareció, atento, para evitar el uno contra uno del senegalés y conceder un córner que también provocó más de un susto ya que Ter Stegen tuvo dificultades para bloquear el esférico. El Liverpool nunca dejó de creer ante un Barcelona cada vez más apático y fue Wijnaldum quien, tras ingresar en el descanso, batió a Ter Stegen con dos goles en el 54 y el 56 que ejercieron de ouija improvisada y sirvieron para invocar los fantasmas del Olímpico de Roma y amilanar, más todavía, al Barcelona. Los catalanes, a merced del Liverpool y de sus propios miedos en unos últimos treinta minutos que se perdió el jugador más caro de la historia -lo primero que hizoValverde tras ver el 3 a 0 en el electrónico de Anfield fue cargarse a Coutinho- tardó en reaccionar.

Todavía habría tiempo de convertir el naufragio en funeral. Ello sucedió cuando Origi marcó el 4 a 0 y desactivó al Barcelona de Valverde, quien sabe si para siempre. El equipo estuvo impreciso de cara a puerta en el primer tiempo, de acuerdo, pero lo que nones aceptable es la falta de reacción y de recursos, ya no para marcar, sino para atar en corto a un Liverpool de circunstancias. Los azulgranas han vuelto a hacer historia. Pero para entrar en los anales de la historia del ridículo. 

Anuncios

ENJOYED THIS STORY?

Add GOAL.com as a preferred source on Google to see more of our reporting

0