Jorge Mendes 2015Getty Images

El dueño de la pelota: Jorge Mendes, la mano que mece la cuna

Ruben Uria BlogGoal

Comenzó con un videoclub y años después, es el dueño del fútbol. Es Jorge Mendes, propietario de una prolífica cartera de futbolistas, dueño de Gestifute y asesor de un fondo de inversión que capta a multimillonarios, en negocios que siempre ofrecen plusvalías. Trabajador incansable, negociante nato y detallista confeso, Mendes recibe más de 200 llamadas telefónicas al día, tiene a 40 personas trabajando para él, más de 80 jugadores y es la cabeza visible de Quality SportsInvestments, un fondo de inversión en el que aparece su socio, Peter Kenyon. Su agencia de jugadores, Gestifute, cuenta con talentos como Cristiano Ronaldo, Falcao, James, Di María, Diego Costa, De Gea o Mourinho, alcanzando un valor superior a los 700 millones de euros. Es el Rey Midas de los fichajes. Todo lo que toca lo convierte en oro. En lo suyo, es el número uno. El mejor.

Acuden a él para intermediar entre clubes, para sacar a un jugador, para ficha a otro o para cederlos. Jorge, capaz de estar en ningún sitio y en todos a la vez, es el gran conseguidor del planeta fútbol. Nada se le resiste. Y hoy, se cierra el mercado de fichajes. Es decir, hoy es, con perdón, el "Mendes Day". Esta vez, "Yorye" sólo tiene que preocuparse de cerrar, en menos de 24 horas, los destinos de todos los cromos deseados: de manera directa o indirecta, trabajando con clubes, agentes, intermediarios y juagdores, Mendes estará ligado al futuro de André Silva, Rodrigo Moreno, Correa, Falcao y decenas de futbolistas que hoy saben cómo empezarán el día pero no dónde lo acabarán. Tiene mano en Valencia, en Madrid, en Barcelona, en París, en Lisboa, en Estambul, en Mónaco y en cualquier confín donde haya pelota y dinero. Negocia, luego existe.

Dueño de un Imperio, así, con mayúsculas, el superagente, que comenzó su aventura logrando que Augusto César Lendoiro le comprase a Nuno – hoy técnico del Wolverhampton- por 300 millones de las antiguas pesetas, mueve unos 300 millones de euros cada verano. Es el amo y señor de esto. Compra, vende o cambia. Saca y coloca. Negocia y acomoda. Y no se le escapa una. Es el dueño del fútbol. Hoy cierra el mercado y él decidirá quién juega en tal equipo o en cual otro, quién gana una ficha más elevada, quién sale rumbo a otro país y quién firma sobre la bocina. Amigo de sus amigos, arquitecto de clubes que usa como lanzaderas, conseguidor de clubes destino y dueño de porcentajes de fichajes y destino de jugadores, Mendes es la mano que mece el fútbol. 

Respetado, temido, consultado y auténtico proveedor infalible de la industria, Mendes es el dueño de la pelota. Vive pegado a sus tres teléfonos móviles y es capaz de hacer posible lo que los demás creen imposible. Si hay un fichaje que se pueda hacer, es cosa de Mendes. Y si hay uno que parece imposible de poderse hacer, también es cosa de Mendes. El tío "Yorye" es el Gordon Gekko del fútbol. Y sabe que "el dinero nunca duerme".

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