Ya lo dijo Gennaro Gattuso: el Chucky Lozano no será tomado en cuenta en el partido contra Barcelona, por la ida de los octavos de final de la Champions League. Un duro golpe para el mexicano, cuyo sitio en los Azzurri es el banquillo de suplentes, al menos desde la llegada del Rino a San Paolo.
Aunque todavía queda un buen tramo de la temporada por delante, lo cierto es que las decepciones de Lozano en el Napoli se amontonan una encima de otra. El futuro del canterano de Pachuca no parece distinto y probablemente llegó el momento de plantearse un cambio en el mercado de pases.
Todo comenzó con la salida de Carlo Ancelotti. El timonel de Everton lo desperdiciaba como delantero centro, pero al menos lo consideraba importante en el equipo. Luego, con Gattuso, el Chucky pasó a tener un rol secundario y su participación en el conjunto azzurri fue disminuyendo poco a poco.
El Rino nunca tuvo demasiada confianza en él, al margen de que reconoció que intentaban recuperar la versión que mostró durante su paso en el PSV. Las sospechas se confirmaron con la contratación de Matteo Politano, quien llegó procedente de Inter para borrar por completo al extremo mexicano.
Próximo partido
Lozano, ahora, es la última opción de Gattuso para el juego por las bandas. El 11 tiene por delante a José Callejón, Lorenzo Insigne y Matteo Politano, quienes tienen mucha más experiencia que el Chucky en el campeonato italiano y cuentan con todo el respaldo del nuevo director técnico de los Azzurri.
Como si todo esto fuera poco, al Napoli se le han dado las cosas sin la presencia del mexicano en el campo. El equipo de San Paolo va recuperándose y ya está cerca de los puestos de competiciones europeas. Lozano no es imprescindible, ni mucho menos. Llegó el momento de plantearse una salida.
