Bienvenidos a la Eurocopa, donde la inmigración no molesta

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En una Unión Europea con fronteras que a veces son abiertas y otras veces son cerradas con candado acusatorio, y en un continente que suele observar con miopía a las distintas crisis humanitarias, la Eurocopa 2021 parece aislarse del día a día y mantiene un histórico lema: la inmigración no molesta cuando se puede ganar un título o cuando son millones los euros que esperan ser repartidos.

En esta nueva edición, el ejemplo más evidente vuelve a ser el conjunto francés, vigente campeón del mundo y gran candidato a quedarse con el trofeo. Una Francia que, con cierta amnesia, se nutre de un gen africano que otras veces desprecia y se olvida súbitamente de ese racismo que acentúa cada tanto en sus calles.

Como el balón gira, la realidad se evapora mientras las castas se confunden. Y entre los citados por Didier Deschamps aparece Kylian Mbappé, con padre camerunés y madre de origen argelino; se lo ve también a Paul Pogba, hijo de guineanos; figura Ousmane Dembélé, de padre maliense y madre de ascendencia senegalesa y mauritana; está también la estrella N´Golo Kanté, de ascendencia maliense; sobresale el regreso de Karim Benzema, hijo de un argelino; Presnel Kimpembe (actuó en la Sub-21 del Congo), con padre congoleño, y el fantástico Jules Koundé, de ascendencia beninesa, no se pierden tampoco esta Euro; el portero Steve Mandanda, quien nació en el Congo, será suplente de Lloris; Wissam Ben Yedder, de origen tunecino, está entre los brillantes delanteros; Moussa Sissoko, de ascendencia maliense, busca ganarse un lugar entre los centrocampistas, al igual que Corentin Tolisso, de origen togolés, y Zouma, de origen centroafricano.

El espejismo del fútbol. De este modo, efusivamente y a pesar de los matices, recobrará valor el “Libertad, Igualdad, Fraternidad”. Aunque sea sólo un paréntesis durante el certamen y luego se sigan cosiendo verdades con hilos de mentira.

Francia no es la excepción

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Existen más ejemplos que unen a África con la nueva Eurocopa. Romelu Lukaku, una de las estrellas de Bélgica, es hijo de un futbolista congoleño. David Alaba, el jugador más importante de Austria, tiene ascendencia filipino-nigeriana. Memphis Depay, crack de Holanda, es hijo de un ghanés. Adama Traoré, quien vestirá la camiseta de La Roja, tiene ascendencia maliense. Y el exBarcelona Nélson Semedo, quien representa a Portugal, tiene ascendencia caboverdiana. Sólo por citar algunos casos…