Arthur hacía un partido correcto, con el criterio en las entregas que acostumbró al Fútbol Club Barcelona. Pero el marcador era adverso, eran dos goles los que Real Betis había encajado en la meta de Marc-André ter Stegen y Ernesto Valverde asumió que su mejor carta para buscar la remontada era Arturo Vidal. No estuvo tan equivocado, aunque no le alcanzó.
El equipo de Quique Setién se encontró con otro par de accidentes en la zaga local y así impuso sus términos con 83 mil almas sentadas. Que el alemán le colaborase a Giovani Lo Celso en el 3 a 1 y que la pasividad del flanco derecho no bastara para que Canales retomara la ventaja duplicada. Y en medio del descalabro de atrás, los del frente tomaron la iniciativa para, al menos, decorar el marcador.
El Barcelona abdica en el retorno del rey Messi
A los quince segundos que llevaba en la cancha, Arturo Vidal probó a Pau López y este, en doble instancia, resolvió los problemas de un remate surgido desde la frontal. No fue la jornada del Arturo Vidal que disputa su primer semestre en el gigante español porque fue su producción más imprecisa (acertó apenas el 55.6% de sus 18 pases) y fue derechamente el agente ofensivo que faltaba ante la lesión de Coutinho, la improductividad de Malcom y Munir y la exclusión de Dembélé. Una de las imágenes que lo grafica: Piqué cabeceó afuera cuando Vidal también arremetía en mejor ubicación. El lamento fue total.
Cuando restaban solo diez minutos, Messi vio un claro y Munir asistió al Vidal de las piruetas, que estampó su diestra en la meta de López desde el aire. Compenetrado en buscarle la vuelta al resultado, celebró con menos expresiones que de costumbre. La jugada fue la primera de las dos en las que reinó la incertidumbre, pero Mateu Lahoz consultó con Martínez Munuera, encargado del VAR, y el festejo se tomó el Camp Nou luego de una acción donde el marroquí, hasta en la repetición, lució inhabilitado por milímetros. La situación se repitió en la última pelota del juego: esta vez la filtración al hueco y rompe líneas fue de Suárez y Vidal remató directo y en dirección al arco. La pelota entraba pero Messi aseguró -quedó de pichichi junto al charrúa-, el línea decretó offside y en la oficina el 3 a 4 quedó configurado, con Vidal como uno de los triunfadores dominicales.




