La baja de Edwin Cardona fue tan sustancial para Boca que, desde que se desgarró, el equipo sufre. Para Miguel Ángel Russo, reemplazarlo fue un dolor de cabeza, tanto así que no solo probó con diferentes nombres, sino que también hasta cambió el esquema. Gonzalo Maroni y Exequiel Zeballos fueron los primeros elegidos por el DT para ocupar el hueco que quedó en el once, pero quien parece empezar a ganarse un lugar es Mauro Zárate.
BOCA VOLVIÓ A GANAR EN LA BOMBONERA
Parece mentira que el ex-Vélez necesite pelear por un puesto, cuando, en un principio, había llegado para ser titular. Sin embargo, ninguno de los técnicos que tuvo hasta ahora vieron al delantero lo suficientemente indiscutible como para dejarlo como titular: tanto con Guillermo como con Alfaro empezó siendo una fija, pero perdió terreno, mientras que con Russo, jamás pudo acomodarse. Para el DT actual no solo no viene siendo prioridad, sino que, además, ni siquiera fue tenido en cuenta como la segunda prioridad ante la lesión del colombiano.
La respuesta de Zárate estuvo dentro del campo de juego: dos goles a Defensores de Belgrano, asistencia ante Independiente y el tanto del triunfo ante Defensa y Justicia parecen darle algo de aire. Tanto ante el Rojo como ante el Halcón, jugó tirado por izquierda y hasta unos metros más retrasado que Carlos Tevez y Sebastián Villa. Si bien no es la misma zona que habita Cardona, tampoco es la punta de lanza en donde él ya avisó que no se encuentra con su mejor nivel.
Son tres partidos al hilo en los que fue incidente en el resultado y, en todos ellos, de manera positiva. Que recupere la confianza, con la Copa Libertadores a punto de empezar, es de funamental importancia para un Boca al que no le sobra nada: sin Wanchope Ábila y con Franco Soldano más desconocido con el arco que nunca, Mauro se postula para empezar a entrar con más frecuencia en la rotación. Y, por qué no, en la pelea por convertirse en la fija que, hasta ahora, no pudo ser.
