El Inter-Real Madrid de hoy (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones) pone en el centro del escenario a uno de los actores más tímidos del fútbol, Carlo Ancelotti. El italiano regresa a ese estadio de doble identidad que conoce a la perfección, el Giuseppe Meazza oficialmente y para los interistas, y San Siro para su AC Milan. Es una reaparición con honores, con la distintiva etiqueta de dominador de la competición que le precede.
Aunque no haya señal alguna de él en los murales, muy renovados, que rodean al recinto que le vio celebrar en el campo y desde la banda, pocos personajes lo merecen más porque pocos han dado tanto a un vecino, el de rojo y negro, y quitado al otro, el de azul y negro."Es verdad que de pequeño era del Inter", concedió el martes. Pero la anécdota vale nada porque cambió de colores y como jugador del AC Milan (160 partidos), elogiado por convertirse en la prolongación de Arrigo Sacchi en el césped, Ancelotti consiguió, entre otros títulos, dos Champions (1989 y 1990).
Son las mismas que trajo a la ciudad, en 2003 y 2007, ya con la pizarra del equipo milanista, al que dirigió 420 veces.Y en el banquillo aún celebró una más, la Décima del Real Madrid en 2014, en un duelo a vida o muerte con el Atlético, el más especial de sus 123 encuentros como madridista. Esa conquista devolvió la felicidad europea a un club triste en el continente desde la Novena, lograda en 2002.
Milán, amuleto también del Real Madrid por la Undécima
A eso se refirió el propio Carletto ayer, preguntado sobre cómo había rebajado las urgencias y el nerviosismo en la Champions el agónico triunfo en Lisboa. "Hay un ambiente un poco distinto desde entonces", dijo sincero aunque sin querer darse mucha importancia. Pero lo cierto es que aquella histórica noche inauguró una era inolvidable en el Santiago Bernabéu, con la recordada racha de cuatro de cinco orejudas, las tres últimas con Zidane.
La otra gran destacada de la terna con Zizou, por penaltis en 2016, tuvo lugar en Milán. Paradojas de la vida y del fútbol, en el mismo sitio en el que echa a andar en la Copa de Europa el segundo proyecto blanco de Ancelotti. En la previa, en el silencio del estadio, Pintus saludó a viejas caras familiares de los medios del país. Este miércoles, con un 50% de aforo permitido, 37.000 espectadores mostrarán a Ancelotti y su staff cuántas ganas le tiene al entrenador esa parte de la ciudad que no le venera...