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Agustí Benedito, en Goal: "Lo primero que haré si soy presidente será llamar a Monchi"


ENTREVISTA EXCLUSIVA

Agustí Benedito (Barcelona, 1964) vuelve a intentarlo. Miembro del Elefant Blau en el que se dio a conocer Joan Laporta a mediados de los noventa, formó parte de su primera junta en la victoria de 2003 para presentarse en solitario en 2010 y 2015. Dicen que a la tercera va la vencida y por falta de convencimiento no será pues todo lo que ve y dice le hace pensar que se sentará en la silla noble del Camp Nou a partir del próximo 25 de enero. Sin embargo, si algo le preocupa especialmente es el futuro de Leo Messi.

Al fin hemos escuchado a Leo Messi. ¿Qué conclusiones saca de su entrevista con Jordi Évole?

"En verano realizó aquellas declaraciones tan impactantes en las que decía de forma clara y rotunda que quería irse y le pedía al presidente que le dejara salir y ahora necesitamos que cambie de opinión. Esa entrevista era una oportunidad única para decir que le hacía ilusión seguir y no lo escuchamos. No fui capaz de escuchar un mensaje esperanzador y me quedé preocupado, francamente".

"La entrevista de Messi me dejó preocupado porque no dijo que quisiera seguir en el Barcelona"

¿Cree que es posible convencerle de que siga?

"Por la trascendencia que tiene la situación hay que encuadrar bien los mensajes públicos. A diferencia de lo que os dijo en Goal, esta vez no dijo que se quería ir pero tampoco dijo que quisiera quedarse".

¿Habrá que conformarse con su deseo de regresar tras la retirada?

"Lo que nos preocupa a los culés es si seguirá la próxima temporada y eso no tiene nada que ver con lo que pase más adelante. Estamos pendientes de su decisión y tras la entrevista sigo sin tener claro que tenga interés en continuar en el club porque no lo dijo".

Le veo preocupado.

"Lo estoy en la medida de que tenemos al mejor del mundo, de que en agosto dijo que quería salir después de veinte años en el club y de que sigue sin aclarar que quiere seguir. Mi preocupación es porque el escenario más posible que veo es que nos deje en verano. ¿A quién no le preocuparía perder al mejor de siempre?"

"Todo empieza y acaba pero sería una pena que el ciclo de Messi en el Barça se viera cortado; Bartomeu, el responsable de haberle mentido, ha sido el peor presidente de la historia del club"

¿El futuro sin Messi se lo imagina de corte apocalíptico?

"No necesariamente. Del mismo modo que digo que sería muy importante que cambiara de opinión y decidiera quedarse, también digo que, si considera otras alternativas, no podemos olvidar cómo el Barcelona es un club con 121 años de vida, con grandes jugadores en su historia, que ha pasado dos guerras mundiales y una guerra civil. Todo empieza y todo acaba. Es evidente que habrá un Barcelona post Messi en algún momento y habrá que renovarse pero es una pena que un ciclo que podría durar perfectamente dos o tres años más se vea cortado. Pero si se va, reharemos el equipo y volveremos a estar arriba, no tengo ninguna duda".

¿Tiene razón cuando dice que Bartomeu le ha mentido?

"Es imposible de saber si no conocemos lo que se dijeron".

Forzó a Messi a ir a los tribunales para conseguir una rescisión de contrato que le había prometido.

"Parecía como si hubiera habido más episodios, además de ese. Por eso digo que no sabemos todos los compromisos que Bartomeu podría haber asumido con él. Si Messi dice que Bartomeu le dijo reiteradamente que le dejaría salir no tengo por qué dudarlo. Si añade que después no le deja marchar es evidente que le está faltando a la palabra dada y ahí Messi tiene razón".

Usted ha dicho recientemente que Bartomeu es el peor presidente de la historia del Barcelona pero, en cambio, se opuso a la moción de censura aún habiendo interpuesto una en su contra en 2017. ¿Cómo se come esto?

"Son dos cosas distintas. Puede que diga más que otros precandidatos que Bartomeu ha sido el peor presidente de la historia del Barcelona pero me parece que ahí podemos estar de acuerdo todos porque es una evidencia. Si esto fuera una mercantil estaríamos en situación concursal. La diferencia entre los compromisos de pago y los ingresos es de 500 millones de euros y las pérdidas rondan una cifra parecida. La situación es desastrosa, por no hablar del equipo, y eso es responsabilidad de Bartomeu. Le ha hecho mucho daño al Barcelona".

"El voto de censura supuso mucho ruido y pocas nueces; al final, servirá para computarle parte de sus pérdidas a la nueva junta"

Decía que la moción de censura de 2017 es otra cosa distinta.

"Soy un socio que se enfrentó a Rosell en 2010, a Bartomeu en 2015 e interpuse el voto en su contra en 2017. Entonces sí era necesario, fíjate lo que nos habríamos ahorrado. Lo hice solo y logré 12.500 firmas, me esquilmaron cinco días de la recogida de firmas, que años después un juez me dio la razón. Por ello no soy dudoso de haber mostrado oposición. Pero un voto de censura con las elecciones anunciadas en marzo y ganar apenas unas semanas, ¿qué sentido tiene? Las repercusiones son muy importantes. Las juntas de un club como el Barcelona, por ser propiedad de miles de personas y por la ley del deporte vigente, deben avalar con su propio patrimonio y este año será de aproximadamente 125 millones de euros. Realizar en enero las elecciones harán que las pérdidas de la 20/21 computen en el primer mandato de la nueva junta. Si los comicios hubieran sido en marzo, estatutariamente la nueva junta hubiera tomado posesión el 1 de julio y las pérdidas del ejercicio se  atribuirían a la junta saliente para evitar problemas. No tiene sentido. Entiendo el cabreo y que el Barcelona es un club vivo pero los votos de censura hay que hacerlos con mucho cuidado. Al final, mucho ruido y pocas nueces".

Ha habido precandidatos que han descartado presentarse por este motivo. ¿Esta circunstancia le ha hecho replantearse su presencia en estas elecciones?

"Para nada. No puedo hablar de las razones de Jordi Roche y Juan Rosel pero en mi caso ya anunciamos hace un año y medio que íbamos a estar. Es un tema de estrategias, hay candidatos que necesitan salir mucho tiempo antes. Creo que saliendo cuando se convocan las elecciones hay tiempo de sobras para explicar el proyecto".

Messi nos recordó a todos lo que ya sabemos. No hay dinero para fichar, hay posiciones que necesitan refuerzos y, en este contexto, será difícil que el equipo vuelva a ser competitivo en el corto plazo. ¿Cuál es su plan para que siga la fiesta?

"La situación financiera es muy preocupante y habrá que aplicar una reducción de gastos muy importante. Especialmente en lo que atañe a la masa salarial de más de 200 millones, es algo a lo que estamos obligados porque no podemos hacer frente a los pagos. Y tendremos una plantilla consecuencia de haber realizado este recorte. Habrá que apostar forzosamente por los jugadores de casa y no tanto por los fichajes tan importantes de los últimos años. Lo mismo les pasará a los demás clubes, de todas formas". 

"Como hicimos en 1953, hay que decidir si nos gastamos 800 millones en una reforma o en construir el mejor estadio del mundo"

A todo esto, la deuda sigue disparada y el club afronta, o quiere afrontar, le remodelación integral de todas sus instalaciones, empezando por el Camp Nou. En general, existe consenso en la necesidad de adaptar el estadio al siglo XXI pero usted se ha desmarcado hablando de demoler el Camp Nou para levantar uno nuevo. ¿Cuál sería el coste?

"Creo que es la decisión más importante de las elecciones, bajo mi punto de vista. En 1953 ya se presentaron dos candidatos a la presidencia. Francesc Miró-Sans proponía abandonar Les Corts para irse a un descampado a construir el mejor estadio del mundo y su proyecto se impuso por 301 votos a la posibilidad de reformar el viejo estadio. Bartomeu enredó a toda la masa social asegurando que en 2017 pondría la primera piedra de la reforma del Camp Nou y que lo inauguraría en 2021. Gracias a Dios todavía no han hecho nada. Por la antigüedad de la estructura el coste del proyecto es de 800 millones así que creo que podíamos tomar ese dinero para construir, de nuevo, el mejor estadio del mundo. Aquí de lo que se trata es de decidir si nos gastamos 800 millones en una reforma o en construir el mejor estadio del mundo".

Lo dice convencido.

"La única duda es si lo hacemos en el solar que ahora ocupa el Camp Nou o si nos vamos donde actualmente está la ciudad deportiva, en la entrada de Barcelona. Que sea el socio del Barcelona el que decida si lo quiere en un lugar u otro. La reforma propuesta y que la gente desconoce implicaría unas obras de ocho o nueve años, con inconvenientes de movilidad que afectarán a decenas de miles de abonados y sin aprovechar los espacios comunes ni aprovechar los avances tecnológicos para rentabilizar la fachada. Cuando acabaran las obras y tanto lío nos seguiríamos sentando en butacas de cuarenta y dos centímetros. Ves estadios en el mundo y no puedo entender por qué no tenemos el mejor".

También Laporta considera esta posibilidad, según dice.

"Es que tiene todo el sentido del mundo. Espero no entrar en complicaciones con un proyecto tan mal explicado y espero que, como hicimos los socios en 1953, decidamos construir el mejor estadio para el mejor club del mundo".

"En los inicios de las conversaciones siempre hay dificultades pero somos el Barcelona y nos pondremos de acuerdo con el Ayuntamiento en caso de que prospere el proyecto del nuevo estadio"

Existen dos amenazas a tener muy en cuenta. Por un lado, el Camp Nou no se puede demoler al ser patrimonio histórico y, por el otro, el Ayuntamiento de Sant Joan Despí ya ha dicho que no ve con buenos ojos la construcción de un macroestadio en los terrenos de la Ciudad Deportiva. ¿Cómo piensa resolver estos dos elementos?

"Habría que modificar la calificación del estadio en caso de que el socio optara por construir el estadio en el nuevo solar, claro, pero hablamos del estadio de los próximos ochenta años. Lo contrario es gastarse 800 millones para aprovechar una estructura de hace sesenta y cinco años para que llegue hasta los ciento cuarenta. Además, con una reforma estaremos ocho años de obras y con hacerlo nuevo, sólo tres según me dicen los expertos. Hay que pensar en el producto final y en eso siempre sale ganador un estadio nuevo".

¿Y si se construyera en la ciudad deportiva?

"Ya he hablado con el Ayuntamiento de Sant Joan Despí y nos hemos emplazado a más adelante. Nosotros tenemos nuestras propuestas y argumentos, creo que podríamos llegar a un acuerdo igual que llegó Bartomeu en Barcelona con la reforma. En los inicios de las conversaciones siempre hay dificultades pero somos el Barcelona y nos pondremos de acuerdo".

"No he visto el contrato de Goldman Sachs pero tengo cero confianza en la capacidad negociadora de Bartomeu; la financiación de un nuevo Camp Nou no sería un problema"

En cuanto a la financiación, el capital del actual proyecto lo adelantaría Goldman Sachs a falta de que el nuevo presidente dé o no el visto bueno al acuerdo. ¿Cómo afrontaría usted los costes, si de entrada descarta el actual proyecto?

"El de Goldman Sachs es un contrato que no he visto pero por lo que dijo Jordi Moix está hecho al 3,75% y no sé qué contrapartidas tiene. Sin embargo, la confianza en esta junta es cero así que pongo en duda su capacidad negociadora tras haber dado motivos acreditados para ello. Este préstamo de 825 millones de los que ya han dispuesto de 100 sin pasar por la Asamblea, ojo con eso, requiere estudiar las penalizaciones y garantías. De entrada habrá que encontrar un global partner para los title rights pero también ellos buscan símbolos arquitectónicos. Con firmar un contrato de veinte millones anuales durante veinticinco años ya tendrías la mitad del coste. Quizá haya que buscar 500 millones más pero las carencias son largas y los precios, ventajosos. La financiación no sería un problema y tenemos algunas ideas al respecto".

El nuevo Camp Nou es el espacio en el que usted se está desmarcando con respecto a los demás precandidatos. ¿Quién cree que pasará el corte de las firmas?

"Laporta, por ser quién es y porque ya ha demostrado tener un voto fidelizado, tiene un 25 o un 30% de intención de voto y ese es un porcentaje muy alto con el que se pueden ganar unas elecciones a menos que haya otro candidato que haga más porque habrá un 70% de socios que no votarán a Laporta con toda certeza. Habrá que ver qué porcentaje podemos tener cada uno de los que pasemos y en mi caso debería convencer por lo menos a la mitad de los socios que irá a votar y no lo harán por Laporta".

Sin embargo, si finalmente hay muchos más candidatos además de Laporta eso le puede acabar favoreciendo.

"Es muy difícil pasar el corte. Las fechas elegidas para recoger las firmas lo hacen muy difícil. Tengo experiencia, fui el segundo más votado en 2010 y el tercero en 2015. Creo que no seremos muchos. Espero estar, creo que seremos cuatro o cinco".

"Si convenzo a la mitad de los socios que irán a votar y no lo harán por Laporta puedo ganar, aunque no descarto un pacto si las propuestas convergiesen, las campañas son largas y pasan cosas"

¿La opción de pactar o fundir su candidatura con otra existe?

"Hay entornos míos que verían con simpatía un acuerdo con Laporta y me consta que lo mismo pasa en algunos de sus entornos pero debo decir que hay personas muy próximas a mi proyecto que me insisten que, sobre todo, no haga ningún acuerdo electoral con él. Estuvimos juntos muchos años y luego nos distanciamos. Si hablamos de química, la tengo y buena con varios precandidatos, pero es un tema de propuestas y de idea de club. Con Laporta nos separan temas importantes pero si se abre a la construcción de un nuevo estadio, una distancia importante se disipa pero hay otras pero no tengo claro que podamos converger. Debo decir que me sorprendió mucho que dijera en su presentación que es hora de mirar adelante y no hacia atrás. No puedo estar en más desacuerdo".

¿Y eso?

"Habla como si lo que ha pasado no hubiera sucedido. No lo entiendo. Entiendo que quien es responsable de haber metido al Barcelona en la peor de sus crisis y olvidarse de aquellos acuerdos con la fiscalía por un doble delito fiscal exigen responsabilidades. Seguro que hay que mirar hacia adelante pero si no miramos antes hacia atrás, no lo lograremos. Laporta y yo tenemos un origen común y el mío es un Barcelona popular que nos hace únicos en el mundo. Si las propuestas convergiesen y habláramos de una idea parecida, ¿por qué no?

En 2015 logró una quinta parte de los votos que recibió Joan Laporta. ¿Por qué cree que ahora sí es posible sacar más que él?

"En 2015 Bartomeu anunció elecciones en enero con un 12% de intención de voto pero hizo el triplete y ganó las elecciones. En 2003 Laporta tenía un 6% de intención de voto a dos semanas de las elecciones y todos saben cómo acabó. Las campañas son largas y pasan cosas. No sé ver un candidato mejor que yo entre el electorado que no quiere a Laporta".

En lo deportivo, ¿cuál es el ejemplo en el que se fija?

"No acabo de entender el interés de Bartomeu en destrozar la Masia y con eso hablo de modelo. El fútbol formativo trasmite una forma concreta de vivir el club y también ha sido capaz de cargárselo. Hay que recuperar el modelo, algo que compartimos todos los precandidatos. Con Pep Guardiola y Tito Vilanova llegamos a jugar con once de la casa. En los últimos tiempos hemos jugado a veces sin un solo jugador formado en la Masia. Por lo menos la mitad de la plantilla y del equipo titular deben ser de la casa. Es obvio que necesitamos a un jugador franquicia, casi te lo exige el mercado, y si no es Leo deberá ser otro. La receta es la de siempre: Fichajes de calidad y talento de la casa".

"Lo primero que haré si soy presidente será llamar a Monchi para intentar convencerle, aunque no hablaremos de Neymar"

¿Quién sería su director deportivo?

"Ya en 2015 nos reunimos varias veces con Koeman y lo tenía muy claro. Creo que abrirá una etapa de varios años al frente del equipo. En cuanto a la dirección deportiva entonces apostamos por Monchi y hablamos también con él. Sigo pensando que es un top3 mundial y que sería una incorporación buenísima. Entonces parecía que nunca dejaría el Sevilla y luego resultó que se fue a Italia y regresó. Lo primero que haré si soy presidente será llamar a Monchi para intentar convencerle".

¿Le hablará de Neymar en esa llamada?

(Risas) "A ver cómo evoluciona lo del Covid-19 pero no tengo claro que se arregle ni en 2021 ni en 2022. No creo que sean años de fichar esta clase de jugadores y tampoco creo que Qatar lo suelte. Organiza la fase final del Mundial, la inversión es muy grande, tienen un club de referencia en el mundo como es el PSG y creo que no sólo intentarán retener a esta clase de jugadores sino que también buscarán realizar nuevos fichajes. Creo que este verano vamos a estar más centrados en convencer a Messi de que siga que del regreso de Neymar".

¿Cuál sería su fichaje soñado, no necesariamente un jugador?

"Ningún nombre, ni siquiera Messi, es comparable al peso de 121 años de historia, ninguno representa ni asegura la salvación. Hay jugadores que, como aficionado, me encantan. También tengo nombres de ejecutivos en la cabeza pero me daría por muy satisfecho si viniera Monchi".

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