Durante el medio tiempo del partido, aficionados de la U de Chile comenzaron a lanzar butacas y piedras a la grada donde había fanáticos de Independiente, por lo que se le solicitó a la seguridad que fueran retirados del estadio. Fue al minuto 48 del encuentro, cuando aún había unos cuantos seguidores chilenos, cuando aficionados de los 'Diablos Rojos' ingresaron a la zona donde se encontraban, dando inicio a una brutal pelea campal, por la cual el árbitro Gustavo Tejera suspendió el duelo.