Un James Rodríguez rejuvenecido lidera a Colombia en la Copa América, dando al mundo una última mirada al ex-Galáctico

Los Cafeteros son el equipo en mejor forma del fútbol internacional actual. Llevan una racha de 27 partidos invictos y su última derrota fue en febrero de 2022 contra Argentina en las Eliminatorias de la CONMEBOL para el Mundial de Qatar. Su racha de 10 partidos ganados solo se rompió con el empate 1-1 con Brasil. Porque desde que se quedó fuera del torneo en Qatar, el equipo se lo tomó como algo personal.

Ahora han mostrado una forma sensacional en la Copa América, con Rodríguez liderando una racha brillante. El mediocampista ofensivo, que fue titular en los tres partidos de la fase de grupos, en los cuartos de final y en la semifinal, en los cuales ya suma un gol y seis asistencias en su camino.

El mediocampista del Sao Paulo y capitán de Colombia ha sido su jugador más consistente, con liderazgo en la cancha, un toque sedoso en el balón y, en palabras del técnico Néstor Lorenzo, "compromiso" con el escudo que lleva en el pecho.

El torneo de Rodríguez ha sido especial. En cinco partidos, ha creado más oportunidades que cualquier otro jugador en la Copa América en el último tercio para sus compañeros, con un total de 16. Eso fue junto con seis asistencias y, si no fuera por una controvertida decisión del VAR en la tercera jornada contra Brasil, ya tendría seis.

Fue nombrado Jugador del Partido en la victoria por 2-1 sobre Paraguay en el debut en el torneo, donde logró dos asistencias. Luego tuvo una actuación brillante contra Costa Rica, asistiendo en el tercer gol de la victoria por 3-0 sobre los Ticos. De nuevo fue el MVP ante Panamá en cuartos de final, con un gol de penal y los pases para los tantos de Córdoba y Luis Díaz. Y contra Uruguay, en la batalla de la semifinal, colocó otro centro en la cabeza de Lerma.

Aunque no marcó contra la Selecao, fue crucial para asegurar ese empate 1-1 contra Vinicius Jr. y Brasil. En ese partido creó tres oportunidades de gol, tuvo un remate al palo y completó el 81% de sus pases en los 81 minutos que jugó.

Antes del partido contra Brasil, Lorenzo dijo que Rodríguez ha madurado, lo que le ha permitido abrir más los ojos como futbolista. Como resultado, el capitán de Colombia ha brillado en Estados Unidos este verano.

“Ahora corre un poco menos, pero piensa un poco más. Es bueno para él. Está bien rodeado y eso es lo que lo hace jugar bien”, dijo el técnico argentino. “Sé el amor que tiene por la camiseta, su compromiso con la selección nacional y es por eso que confío en él”.

Esas adaptaciones en la cancha (correr menos, disminuir la velocidad para entender mejor el juego) le han dado a Rodríguez una nueva perspectiva.

Sin embargo, hay algo que sigue siendo válido: su destreza con el balón parado. De las 14 oportunidades creadas en cuatro partidos, nueve llegaron en jugadas a balón parado. El mediocampista colombiano tiene la habilidad de enhebrar la aguja desde cero, con una precisión milimétrica, para encontrar el objetivo.

Contra Brasil, su remate se estrelló en el larguero tras una oportunidad de tiro libre. Aunque finalmente fue anulado por el VAR, el gol fue un brillante tiro libre de Rodríguez que encontró la cabeza de Davinson Sánchez. Y fue por un tiro de esquina quirúrgico que el equipo abrió el marcador ante Panamá.

Ese fue uno de los muchos momentos en esta Copa América en los que James mostró esa cualidad que nadie le puede quitar y que, tal vez, incluso haya mejorado con la edad.

Incluso para los mejores jugadores, la edad trae consigo altibajos, giros y cambios inesperados en su carrera. Para Rodríguez, sus días como Galáctico en Madrid fueron la cumbre de su carrera. Durante tres años, jugó al más alto nivel en el Santiago Bernabéu junto a jugadores como Cristiano Ronaldo, Gareth Bale y Karim Benzema, un núcleo de ataque de élite.

Las cesiones a Alemania para jugar en el Bayern Múnich, seguidas de una eventual salida del Madrid en 2020, iniciaron una espiral descendente a nivel de clubes, y eso, a su vez, se tradujo en la imagen de la selección nacional.

Un traspaso al Everton en la Premier League duró solo una temporada antes de que Rodríguez se marchara al Al-Rayyan de Qatar en el verano de 2021, en el que se jugaba la Copa América. Se esperaba que formara parte de la plantilla, pero Rodríguez fue sorprendentemente excluido debido a inconsistencias en la forma y preocupaciones sobre su compromiso con el plan. Los Cafeteros terminaron terceros en el torneo sin él.

Para Rodríguez, esas inconsistencias a nivel de clubes no se han disipado, a pesar de su regreso a la selección nacional poco después de la Copa América de 2021. Ahora, en Sao Paulo tres años después, aparentemente se ha convertido en un hombre indeseado.

Antes de la Copa América 2024, había jugado solo 10 minutos de fútbol de clubes con el equipo brasileño en los últimos dos meses. Sin embargo, la confianza del DT finalmente está dando sus frutos. y el veterano mediocampista está jugando en su mejor nivel desde que dejó los Toffees en el verano de 2021.

El psicólogo del equipo Cafeteros, Marcelo Roffe, reveló que hay alegría en el programa con Rodríguez: "James es extraordinariamente realista. Gracias a Néstor Lorenzo, está feliz nuevamente en la selección nacional y, por lo tanto, está haciendo felices a los fanáticos nuevamente".

Ahora, en lo que podría ser su última Copa América como capitán de la Selección, encabeza el camino hacia el título. De regreso a su mejor nivel, el niño de oro de una generación, un ex-Galáctico, emociona una vez más a los fanáticos ya no solo colombianos, sino a los de todas partes.

Aunque su carrera es una montaña rusa que se remonta a la Copa Mundial de 2014, el jugador de 32 años está haciendo retroceder el tiempo y puede ser suficiente para que el equipo Cafetero gane su primera Copa América desde 2001, que marcó su única consagración en la competencia. Y Rodríguez sabe lo que está en juego, tanto a nivel personal como colectivo, a dos partidos de la gloria.