¿Trent Alexander-Arnold al Real Madrid? El fichaje del lateral del Liverpool sería demasiado caro incluso para Florentino

Supongamos, por un breve momento, que Alexander-Arnold quiere irse del Liverpool, que está dispuesto a dejar su hogar y dejar de lado la conexión que tiene con la ciudad y los aficionados. Entonces, esto se volvería complejo porque el inglés estaría en una situación de poder: el lateral nunca mostró intenciones de cambiar de club y no hay motivos para pensar que no utilizaría esta situación a su favor en una negociación.

Sus demandas salariales serían significativa. TAA percibe 210 mil euros por semana en Anfield y, sin dudas, le pediría un ingreso mayor a otro equipo. Todavía no se ha discutido en Merseyside cuánto ganaría en una hipotética renovación contractual, pero es lógico asumir que sería una cifra cercana a los 233 mil euros semanales que cobra el capitán Van Dijk.

Si tuviera que medirse con la planilla salarial del Madrid, el inglés sentirá que está a la altura de los 320 mil euros a la semana de Fede Valverde. Como mínimo. Si a eso se agrega la prima por firmar más cualquier incentivo que se pueda agregar en el contrato, está claro que el fichaje de Alexander-Arnold sería una empresa muy onerosa.

La situación del Liverpool, si es que existiera el caso, sería complicada. Es difícil imaginar que Alexander-Arnold se fuera del club, incluso si las negociaciones por la extensión de su contrato se estancaran: si bien siempre se habla de sacar el máximo beneficio posible de un jugador que podría irse a coste cero, el lateral es demasiado importante para el equipo como para dejarlo ir basados únicamente en la posibilidad de que salga libre. La única manera de que pueda hacerse la operación sería que el jugador forzara su salida.

Incluso si eso ocurriera, los Reds tendrían todo su derecho de reclamar una cifra muy considerable por los servicios del futbolista. Aunque hubiera una disputa contractual, se trata de un jugador de 25 años, que es uno de los mejores del mundo en su posición y que está entre los más talentosos golpeadores del balón. Más allá de las críticas que suele recibir por algunas falencias defensivas, Alexander Arnold sin duda está en la élite del fútbol.

Por eso, el Liverpool exigiría una transferencia acorde a la calidad del jugador: si bien no se puede pensar en una operación cercana a los casi 120 millones en que está valuado el defensor, no sería descabellado que en Inglaterra pretendan embolsarse alrededor de 100 millones.

A la hora de pensar en una potencial oferta por Alexander-Arnold, también hay que pensar en las otras cuestiones que tiene que resolver el Real Madrid en el verano. La más importante es, por supuesto, Kylian Mbappé. Múltiples versiones indican que el francés ya tiene cerrado su fichaje por el club blanco y que ha realizado algunos sacrificios impropios de su reputación para llegar a la capital española.

En principio, el delantero no pidió el salario astronómico que había rechazado dos años atrás. Sin embargo, eso no significa que vaya a ser barato: Mbappé será el mejor pago del Madrid y se espera que reciba una de las mayores primas por fichar de la historia del fútbol, de entre 120 y 150 millones de euros. Además, el galo se quedaría con el 80 por ciento de los ingresos por sus derechos de imagen.

El Madrid no perderá dinero con la llegada del francés, eso está claro. Sin embargo, su arribo significará un compromiso financiero importante para las arcas del club, que ya están bastante más flacas que hace algunos años.

Más allá de Mbappé, en el Santiago Bernabéu también trabajan para realizar otros fichajes en el corto plazo. Las charlas de renovación de Alphonso Davies con el Bayern Munich están estancadas y muchos creen que es porque ya dio su palabra al Madrid. Al igual que Alexander-Arnold, su contrato finaliza en junio de 2025, pero mientras que la negociación del inglés se mantiene en secreto, la falta de acuerdo del canadiense con los bávaros se ha hecho totalmente pública.

Max Eberl, el nuevo director deportivo del club alemán, no ha tenido problemas en hacer públicas todas las novedades de las conversaciones y hasta sugirió que el Bayern está cerca de presentar su oferta final al lateral izquierdo. El interés del Real Madrid, a esta altura, no es un secreto para nadie. Y todo apunta a que si Florentino hará un gasto considerable será en ese fichaje.

Pero el club blanco también tiene otros compromisos asumidos. El fichaje definitivo de Joselu costará dinero, aunque no sea significativo. Y según reveló The Athletic, el Madrid tiene la opción de repescar a Take Kubo desde la Real Sociedad a precio reducido debido a una cláusula introducida en el contrato del japonés cuando los Txuri-urdin lo adquirieron de manera definitiva. Ninguna de estas operaciones haría caer un potencial acuerdo por Alexander-Arnold, es cierto, pero todas ayudan a vaciar las arcas del Bernabéu.

En esta historia hay también una historia previa. Durante algunos años no tan lejanos, el Liverpool se acostumbró a ver cómo sus mejores jugadores se iban a otros clubes poderosos con mejores billeteras. Michael Owen se fue al Madrid en 2004, Torres pasó al Chelsea en 2011, Suárez recaló en el Barcelona en 2014 y, un año más tarde, Raheem Sterling se mudó al Manchester City. Pero aquellas operaciones parecían inevitables: todos ellos eran estrellas en equipos incompletos y sabían que tenían más para dar en el más alto nivel.

Esa situación hoy ha cambiado, pero hay un ejemplo que hace que el miedo que puedan sentir los Reds sea entendible. Hay muchas versiones diferentes de la misma historia, pero lo concreto es que en 2005, Steven Gerrard estaba listo para abandonar Anfield. Liverpool acababa de ganar la Champions League con su capitán como líder indiscutido, pero el club no le ofrecía el confort económico que el centrocampista sentía que se había ganado con sus actuaciones.

Por eso, cuando el Chelsea de José Mourinho llamó a sus puertas, Gerrard levantó el oído. No está claro exactamente cuán cerca estuvo de irse, pero sin dudas estuvo abierto a hacerlo y se bajó del barco sólo en el último minuto. Y con Alexander-Arnold, quien creció admirando al gran capitán Red, podría repetirse una situación similar.

Muy estereotipada está la historia del chaval de la cantera que se abre camino hasta el primer equipo. Como narrativa, a veces incluso está exagerada. Sin embargo, en el caso de Alexander-Arnold, parece bastante real. Su conexión con la ciudad, completada con los programas que ayudó a instalar en la academia del club y su trabajo de caridad, cala hondo. Por eso, una salida de Inglaterra parece muy poco probable.

Sin embargo, el miedo de verlo partir está. El Madrid, a fin de cuentas, es uno de los clubes más grandes del mundo y ya ha cerrado tratos impensados en el pasado reciente. De todos modos, esta vez no parece que le vaya a resultar sencillo. El club blanco tiene otras prioridades y otros puestos por cubrir con más urgencia. En definitiva, los aficionados del Liverpool deberían estar tranquilos: su héroe local parece que todavía tiene un largo tiempo por delante en Anfield.