¡Toni Kroos al rescate! La estrella del Real Madrid vuelve del retiro internacional para salvar a Alemania de la vergüenza en casa en la Eurocopa

En 2014, fue simplemente un placer ver a Kroos. Joachim Löw había formado un centro del campo maravillosamente equilibrado. Bastian Schweinsteiger, Sami Khedira, Mesut Ozil y Toni lo bordaron.

Kroos fue el ejemplo perfecto de un jugador poco atlético hecho para parecer formidable, cubriendo el terreno y dominándolo con el tipo de sutileza de los grandes mediocampistas que marcan el ritmo del juego.

Los números confirmaron lo que ya se veía: Kroos fue el mejor jugador del Mundial de 2014. El Índice Castrol de la FIFA, un sistema que clasifica a todos los jugadores del torneo, le dio a Kroos la calificación más alta en Brasil, superando a Arjen Robben en el primer puesto.

Ese torneo introdujo a Kroos en el escenario mundial y fue suficiente para convencer al Real Madrid de adquirirlo por lo que ahora parece una absoluta ganga de 30 millones de euros.

Sin embargo, Alemania ha tenido problemas en los grandes torneos desde que ganó la Copa del Mundo. Su generación dorada finalmente fracasó en la Eurocopa 2016, aunque Kroos fue incluido en el equipo del torneo, y desde entonces Alemania ha atravesado una secuencia de decepciones y fracasos dramáticos.

En 2018, fueron eliminados en la fase de grupos, a pesar de la heroica falta de Kroos ante Suecia. La Eurocopa 2020, sin embargo, resultó ser el final para el centrocampista en el escenario nacional.

La Mannschaft tuvo problemas en todo el campo en ese torneo y fue derrotada por Inglaterra en octavos de final. Kroos, quizás injustamente, asumió la culpa, señalado como el verdadero problema de un equipo que tenía inconsistencias en varias áreas del campo.

El centrocampista se retiró poco después, alegando que quería centrarse en el fútbol de clubes, y vio su carrera en el equipo llegar a su fin.

"Había tomado la decisión de renunciar después de este torneo durante mucho tiempo. Tenía claro desde hacía mucho tiempo que no estaría disponible para el Mundial de Qatar 2022", dijo.

Pero los otros motivos estaban claros. Kroos, pese a haber sido internacional en 106 ocasiones, se había convertido en el chivo expiatorio. ¿Cómo podía quedarse y jugar en un país que ya no creía en él?

El pasado enero, Ancelotti pareció indicarle a Kroos que podría estar de salida en Madrid. Sugirió que el alemán y veterano mediocampista Luka Modric deben prepararse para un "momento de transición" en la capital española. En ese momento tenía sentido.

Kroos tuvo problemas durante largos tramos de la campaña 2022-23, y sus piernas envejecidas dejaron huecos en el repentinamente explotable mediocampo del Madrid. Todas las cosas buenas de su juego permanecieron (el porcentaje de pases completados, la capacidad para disparar desde lejos, la excelencia en las jugadas a balón parado), pero las debilidades defensivas que siempre podrían haber surgido se revelaron por completo.

Pero este año, a sus 34 años, Kroos es un jugador revitalizado. El conjunto madrileño está mejor equilibrado. Ancelotti ahora juega con cuatro mediocampistas y ha empujado al implacable Federico Valverde a una posición más retrasada para cubrir el espacio que Kroos simplemente no puede alcanzar lo suficientemente rápido.

Como resultado, Kroos puede hacer todas las cosas en las que es bueno, sin exponer esas debilidades que se han infiltrado en su juego. Con 20 titularidades en La Liga hasta la fecha, Kroos parece dispuesto a eclipsar su número del año pasado. Sus siete asistencias en la liga son su total más alto en tres años.

El panorama por el que se adentrará Kroos no es el más fácil. Aquí no sólo están en juego cuestiones importantes del torneo. Alemania ha tenido enormes dificultades en los últimos meses, enfrentando cambios de dirección y malos resultados.

Nagelsmann, contratado en septiembre de 2023, aún no ha convencido al mando. El ex entrenador del Bayern sólo ha conseguido una victoria en sus primeros cuatro partidos, una victoria poco convincente sobre un equipo estadounidense de bajo rendimiento.

Algunas de sus tácticas también han sido cuestionadas. Usó a Kai Havertz como lateral izquierdo en la derrota por 3-2 ante Turquía, mientras que su incapacidad para sacar lo mejor de Leroy Sane, que fue expulsado contra Austria en noviembre, también ha sido motivo de preocupación.

Su grupo de jugadores también ha sido un problema; los viejos favoritos del Bayern de Nagelsmann están pasando por campañas difíciles a nivel de clubes y han trasladado su pobre forma a la selección nacional.

Entonces, desde ese punto de vista, el regreso de Kroos tiene mucho sentido. Este es un eqiupo caótico, carente de control. Con el controlador definitivo, en teoría, todo esto se calmará. Sin embargo, su ajuste táctico no parece perfecto. Nagelsmann ha jugado con su sistema, pero prefiere alguna variación del clásico estilo 4-2-2-2 del Leipzig.

Parecería que Kroos encajaría de forma más natural como parte del doble pivote defensivo. En posesión, podría ser perfecto. Kroos convertiría a este equipo en una amenaza, independientemente del oponente. Pero las cosas se ponen más inestables en el otro extremo.

Los alemanes carecen de un jugador en forma que pueda sentarse junto a Kroos, una presencia defensiva ideal para cubrir sus piernas tambaleantes. Pascal Gross se ha adaptado a esa posición, donde se siente cómodo cubriendo terreno. Aún así, no es un mediocampista defensivo con el que Kroos deba ser emparejado. Los contraataques serán un problema.

Aún así, quizás en términos más generales, lo que realmente importa es el simbolismo de esto. Kroos fue vilipendiado por su propio país hace tres años y se alejó cuando la presión aumentó. Pocos podrían haberlo culpado por hacerlo.

Su tiempo en el escenario internacional parecía haber llegado a su fin. Pero ahora ha regresado. Si se trata de una cuestión de orgullo personal o de lealtad seria a su nación es algo que está en debate.

De cualquier manera, este es un equipo que necesita un impulso, ya que representa a un país que necesita algo en qué creer antes de un torneo importante. Y Kroos parecería ser esa luz brillante.

No es una megaestrella global, con la calidad individual para ganar partidos sobre la marcha. Pero él es la cabeza fría definitiva, la calma dentro del caos.