¡Ruben Amorim no tiene la culpa! El asediado entrenador del Manchester United no es responsable de la pesadilla de temporada, incluso si termina en descenso

El último revés del United llegó en Goodison Park el sábado, ya que fueron igualados a 2-2 por el Everton, que está disfrutando de un resurgimiento bajo el exentrenador de los Red Devils David Moyes. Pero podría haber sido mucho peor.

Everton dominó la primera mitad y se fue al descanso con una ventaja de dos goles. Increíblemente, United no logró realizar un solo tiro a puerta en los primeros 70 minutos del partido, y solo despertó después de que Bruno Fernandes colocara un tiro libre bajo en la esquina lejana de la red para reducir la diferencia.

Manuel Ugarte luego ganó un punto para el United con un brillante remate de volea en el minuto 80, aunque también tuvieron que agradecer al VAR por anular un penalti de último minuto del Everton. Pero no había razón para celebrar, ciertamente no para Amorim.

Cuando se le preguntó por qué aún no ha conseguido generar impulso en términos de resultados positivos en el United, Amorim dijo a TNT Sports después del partido: "No lo sé. Si lo supiera, lo cambiaría. Tenemos que seguir pensando en el próximo partido, todo lo que hacemos en la semana debemos usarlo en el juego. Si hacemos eso, estamos cerca de ganar partidos como lo hicimos en la segunda mitad. En este momento necesitamos enfocarnos día a día. Necesitamos sobrevivir esta temporada y luego pensar en el futuro.

"Tenemos tantos problemas, y luego cuando vamos al partido y dejamos que pase el tiempo, es realmente difícil. No quiero solo mencionar la parte negativa, la segunda mitad fue mucho mejor en cuanto a la creencia. Al final estuvimos cerca de ganar este partido."

La honestidad de Amorim ha jugado en su contra desde su llegada a Old Trafford. Su negativa a buscar excusas por malos desempeños, o incluso intentar endulzar las limitaciones de la plantilla, que él llamó "la peor en la historia del club", ha llevado a cuestionamientos sobre su estilo de liderazgo.

Pero Ten Hag era todo lo contrario, y no hay duda alguna de que su enfoque no funcionó. El holandés se convirtió en objeto de burla debido a sus delirantes afirmaciones, asegurando que el United estaba progresando tras cada derrota miserable, y mostró una lealtad ciega a un grupo de jugadores que eran culpables de decepcionar al equipo.

Al menos ahora el hombre a cargo está enfrentando los problemas de frente en lugar de enterrar la cabeza en la arena. Es cierto: el United está en modo de supervivencia, y Amorim está aprendiendo en quién puede y no puede confiar en este momento de crisis.

La mayor parte del primer equipo está luchando por su futuro en el club. Amorim está exigiendo los más altos estándares posibles de un grupo que carece gravemente de calidad y carácter, lo cual es la mejor manera de cambiar la cultura de mediocridad que ha sido permitida correr desenfrenadamente en Old Trafford durante la última década.

Un gran número de aficionados y expertos han pedido a Amorim que modifique sus tácticas para detener la caída del United. Esto fue nuevamente el caso en el descanso en Goodison Park, pero Amorim nunca consideró ningún tipo de desviación de la formación 3-4-3 que le sirvió tan bien en el Sporting.

"[Nos dijo] que nos ciñéramos al plan, eso es lo que más enfadó al entrenador con nosotros [sobre eso]", reveló Fernandes a TNT Sports. "Ceñirnos al plan que tenemos durante la temporada para que funcione, incluso si las cosas no van bien. Tenemos que ceñirnos a cuáles son nuestras ideas".

Amorim lo confirmó al añadir: "En los entrenamientos, continuamos haciendo lo mismo. Por eso en la segunda mitad no cambiamos nada, tenemos que hacer lo mismo, pero de una buena manera". Hasta ahora, esa actitud solo ha llevado a que Amorim sea etiquetado como un entrenador obstinado y unidimensional, pero no se está tomando en cuenta el panorama más amplio.

La principal razón del fracaso de Ten Hag fue la falta de identidad de su equipo. Sin un plan claro o patrones de juego, el United dependía puramente del brillo individual, lo cual simplemente no era sostenible. El United ganó la Carabao Cup y FA Cup a pesar de la contribución de Ten Hag, no gracias a ella.

Se necesitaba un líder obstinado para deshacer el daño causado por Ten Hag, y eso es exactamente lo que el United tiene ahora en Amorim. Habrá progreso si se le concede paciencia, aunque mucho también dependerá de si cuenta con respaldo en el mercado de fichajes de la misma manera que lo hizo su predecesor.

Los "problemas" a los que Amorim sigue refiriéndose están casi completamente fuera de su control. La lista de lesiones del United es el principal, con Amad Diallo y Lisandro Martínez descartados para el resto de la temporada, Kobbie Mainoo enfrentando "semanas" al margen, y todavía sin fechas definidas para el regreso de Luke Shaw y Mason Mount.

Amad y Mainoo son, posiblemente, los mejores jugadores en la plantilla del United, junto con Fernandes, mientras que Martínez es el único central que puede jugar naturalmente en la izquierda de la defensa de tres hombres de Amorim. No es de extrañar, entonces, que los Red Devils estén encajando demasiados goles y creando tan poco en el otro extremo.

El fichaje en enero del prometedor joven lateral Patrick Dorgu fue un paso en la dirección correcta, pero el United necesita traer más refuerzos defensivos de alta calidad en el verano, y encontrar un reemplazo para el calamitoso portero Andre Onana. Arriba, mientras tanto, será necesaria una revisión importante.

Rasmus Hojlund fue sustituido por Chido Obi, de 17 años, con el United perdiendo 2-0 contra el Everton, lo que significa que ahora ha pasado 16 partidos en todas las competiciones sin marcar. Es justo decir ahora que los 72 millones de libras (90 millones de dólares) que el United pagó al Atalanta por los servicios del delantero danés en 2023 fue una completa pérdida de dinero.

Eso aún no es cierto de los 36 millones de libras (45 millones de dólares) que costó Joshua Zirkzee, quien claramente es un buen futbolista, pero su producto final debe mejorar dramáticamente. El enigmático argentino, Alejandro Garnacho, es igualmente frustrante en ese aspecto, y Amorim no ha tenido más remedio que acudir a la academia para intentar salir adelante.

Está claro que Amorim está pagando el precio por las malas decisiones de Ten Hag. ¿Cómo puede ser culpado por las deficiencias del United cuando no participó en crearlas?

Si Sir Jim Ratcliffe hubiera nombrado a Amorim el pasado junio, el United no estaría en esta posición, porque podría haber fichado a sus propios jugadores desde el principio. La inexplicable decisión del presidente de INEOS de extender el contrato de Ten Hag fracasó espectacularmente, y dejó a Amorim con el trabajo imposible de salvar una temporada que ya había sido completamente arruinada.

También renunció a la oportunidad de llevar al Sporting a otro título de la Primeira Liga. "Ellos [United] pagaron por encima de la cláusula de rescisión. Nunca discutí nada con el presidente [del Sporting] sobre esta negociación," dijo Amorim a los periodistas en noviembre. "La única pregunta que hice fue solo ir al final de la temporada. Durante tres días, dije que quería quedarme hasta el final de la temporada. Pero me dijeron que no era posible, me dijeron que era ahora o nunca, o el Manchester United iría por otra opción. Tuve tres días para tomar mi decisión. El cambio es radical en mi vida, pero tuve tres días para tomar esta decisión. Eso fue lo que hice."

Se necesitó mucho valor para que Amorim saliera de su zona de confort, y de un éxito casi garantizado, por un proyecto de reconstrucción en Old Trafford que reconoció sería "muy diferente y muy difícil". La decisión no se basó en el beneficio financiero, ya que agregó: "Sé que fue una decepción para los aficionados del Sporting no tomar el riesgo o esperar al final de la temporada, y entonces no tendría al único club que quería entrenar. La gente dice 'es por el dinero', pero había otro equipo que quería contratarme antes y pagaron tres veces más que el Manchester."

Amorim se lanzó a los leones. Solo por eso, merece mucho más respeto. El portugués nunca esperó ni prometió cambiar la suerte del United de la noche a la mañana.

¿Subestimó los problemas profundamente arraigados en el vestuario? Probablemente. Y Amorim ha admitido que su orgullo ha sido dañado por su terrible comienzo de vida en Old Trafford.

Pero no está cuestionando de repente sus habilidades como entrenador. "Entiendo mi situación, mi trabajo, confío en mi labor y solo quiero ganar partidos", dijo después de la derrota del United 1-0 ante el Tottenham el 16 de febrero.

Pasará un tiempo antes de que esas victorias comiencen a acumularse. Pero, por difícil que sea, los fanáticos del United deberían estar mirando los elementos positivos de la gestión de Amorim hasta ahora, como la victoria 2-1 en el derbi ante el Manchester City, el emocionante empate 2-2 contra el líder indiscutible de la liga Liverpool, y su victoria en la tercera ronda de la FA Cup sobre el Arsenal con 10 hombres.

Contra Liverpool especialmente, hubo señales reales de que el sistema de Amorim está funcionando. El United no ha podido sostenerlo porque simplemente no tienen suficiente calidad colectiva, pero la consistencia casi con certeza vendrá una vez que se le dé al entrenador el dinero para traer sus objetivos de transferencia, jugadores que puedan encajar en su alineación sin problemas.

El hecho de que ya haya habido algunos llamados para que el United despida a Amorim solo muestra lo voluble que se ha vuelto el deporte. No importa dónde terminen los Red Devils en la tabla esta temporada, o si terminan sin trofeos; ninguna de las culpas debe recaer en Amorim.

Está haciendo un buen trabajo bajo circunstancias tan difíciles, y si el United persevera con él, el futuro se verá mucho más brillante pronto.