Cuando competía en la máxima categoría alemana, Kramer había esperado conseguir un recuerdo de Bellingham. Sin embargo, se quedó en vergüenza por un desaire embarazoso. El centrocampista de 33 años ha dicho en el Copa TS podcast: "Le pregunté, '¿Puedo tener tu camiseta?' Él lo escuchó, también me miró brevemente, luego siguió adelante y me dio una palmada en el hombro. Tanto honor y tanto orgullo se rompieron en mí."