Boca jugó dos partidos diferentes, pero de ambos se pueden sacar algunas consecuencias. Porque el primer tiempo fue realmente para el olvido y desnudó los problemas de no tener un plantel extenso, ya que por la lesión de Advíncula, la sexta para un defensor, tuvo que improvisar medio equipo cuando ya estaba 0-2 por un mal arranque y peor cierre de esa primera etapa.
Pero en el complemento dejó claro que Equi Fernández, cuando está enchufado es un jugador realmente distinto y encabezó la remontada al convertir el descuento, luego para servirle dos veces a Merentiel y para completar la victoria en el final, además de haberse hecho cargo de cada pelota para guiar al equipo.
Después de la caída en Tucumán, el doloroso empate ante Fortaleza y el arranque de este duelo, era necesario para Boca conseguir un triunfo de este calibre para poder reorganizarse.