La Selección argentina rindió a la altura de lo que se esperaba en el primero de los dos amistosos preparatorios para el partido que importa: el del jueves 20 ante Canadá, el duelo inaugural de la Copa América 2024, en la que defiende el título. Y ante un rival que siempre aparece en el lote de las posibles sorpresas como es Ecuador, no pasó sobresaltos.
Durante buena parte del encuentro, Dibu Martínez fue un espectador más y el motivo es, nuevamente, la solidez de la dupla de centrales, hoy con Lisandro al lado del Cuti, junto a la presión asfixiante de un mediocampo distinto pero con la misma idea. El único ítem que queda en deuda es la sociedad Lautaro - Julián, que no terminan de ensamblarse.
El de Inter tuvo la primera chance clara tapada por Domínguez, que nada pudo hacer cuando se produjo el momento clave del partido: Cuti Romero recuperó bien arriba, apareció en posición de enganche y con un giro propio de Messi le sirvió el gol de Ángel Di María, que la punteó por abajo.
Para el segundo tiempo, todo pasó por ver cómo llega Lionel Messi a la cita. Y el 10, con chispazos, es el que llena de energía al equipo y encabeza cada ataque, aunque no alcanzó para ampliar la diferencia y hasta mostró su hipercompetitividad al enojarse con Nico González porque no le dio la pelota en la última del partido.
Victoria sólida y mucho más amplia en el juego que en el resultado para un equipo que llega con el mismo envión que trae desde que se sacó la mochila de 28 años sin títulos en el 2021.