Qué pasa con Ansu Fati: los planes de Hansi Flick para recuperar a la todavía joven promesa del Barcelona

El recorrido de Ansu Fati es conocido por todos: su contrato con cláusula de rescisión de 100 millones cuando todavía era un juvenil, su debut previo a cumplir los 17 años, las inevitables comparaciones con Messi, la extensión del vínculo antes de la mayoría de edad, la cláusula de 400 millones al llegar a los 18, que se transformaría en 1000 millones un año más tarde.

Y luego de todo eso, el karma de las lesiones: el desgarro en el menisco de la rodilla izquierda que lo tuvo 10 meses fuera, más problemas físicos, ser el primer jugador en llevar el dorsal 10 después de Messi. Y aunque tuvo una participación importante en el título de la 2022/23, ya no era prioridad para Xavi y decidió marcharse cedido al Brighton, pero su paso por la Premier League estuvo muy lejos de lo que se pretendía.

Su regreso al Barça parecía que iba a ser efímero. Aunque Hansi Flick había anunciado en su presentación su deseo de contar con él en la plantilla, la lesión en la planta del pie derecho antes de viajar a la gira por Estados Unidos, junto a la necesidad de reducir gastos y hacer caja, lo devolvían al último lugar de la fila.

Pero nadie se interesó. Por su valor, por su historial de lesiones, porque nadie confiaba en que podría ser lo que alguna vez prometió. Entonces Hansi Flick volvió a mirarlo con los ojos de los primeros entrenamientos.

"Ansu estuvo extraordinario durante los primeros días de pretemporada. Estuvo muy en forma y lo demostró en los entrenamientos. Es una pena que no lo tengamos aquí ni en Estados Unidos. Le ayudaremos a volver más fuerte”, explicó antes de aquella gira. Y cumplió su palabra.

Fati fue convocado por primera vez en la temporada para el partido frente al Mónaco, por la jornada 1 de la UEFA Champions League. Y en el minuto 88, cuando el Barça perdía por 2-1, saltó al césped reemplazando a Alejandro Balde, sin demasiado tiempo para mostrarse pero con la satisfacción de volver a sentirse futbolista azulgrana.

Por LaLiga fue convocado contra Villarreal, Getafe y Osasuna, sin ver acción. Y en la segunda presentación por el certamen internacional, Hansi Flick aprovechó la ventaja de cuatro goles en ese momento para que sume otros 26 minutos de juego, al reemplazar a Pedri en la segunda mitad, siendo recibido con una ovación por los aficionados en el Estadio Olímpico Lluis Companys.

Durante su todavía breve carrera, su posición siempre fue la de extremo o mediapunta. Por derecha o por izquierda, donde la jugada lo requiera, utilizaba su velocidad para desnivelar a los defensas rivales. Pero ahora esa función la cumple Lamine Yamal en el Barcelona. Raphinha lo hace por el otro extremo, donde también puede actuar Ferran Torres.

"He hablado con él y prefiere jugar de extremo izquierdo. Estoy de acuerdo, pero también puede jugar de delantero centro, es muy bueno con la pelota. He visto un Fati muy diferente del que estuvo en el Brighton. Se le ve la calidad. Creo que necesita más tiempo, hay que cuidarlo", explicaba Flick tras la derrota en El Principado.

Y es entonces donde las necesidades del equipo se encuentran con una nueva posibilidad. Que ante el Young Boys haya saltado al campo por Pedri y no por un atacante podría no ser una casualidad. Es posible que el alemán quiera empezar a evaluarlo más por el centro del campo, donde puede tener mayor contacto con el balón y menos esfuerzo físico, para no arriesgarlo.

De hecho, sobre ese experimento respondió Flick en la rueda de prensa posterior al 5-0 ante los suizos. Preguntado acerca de si repetiría esa posición de mediocampista para Ansu Fati, el alemán contestó: "No, depende, porque con Pedri queríamos darle descanso y con Frenkie no estábamos seguros de meterlo tan pronto. Por eso hemos cambiado más adelante".

Ante el Young Boys, Fati intervino 26 veces, de las cuales dio 19 pases y 18 fueron completos. Por supuesto que haber ingresado con el marcador 4-0 facilita las cosas, pero el regreso es, lentamente, una realidad y una nueva posibilidad de que ocurra al menos algo de lo mucho lo que se espera de él.