¿Puede Rodrigo De Paul llevar a Lionel Messi y al Inter Miami a conquistarlo todo?

Dejemos de lado las quejas. La llegada de De Paul a Miami ha generado una notable molestia en el resto de la MLS y entre sus aficionados. En teoría, todos los equipos deben cumplir con las mismas reglas del tope salarial, que hacen extremadamente difícil —si no imposible— armar un plantel con tantas estrellas de alto costo. No está pensado que puedas fichar a De Paul cuando ya cuentas con Messi, Luis Suárez, Jordi Alba y Sergio Busquets. ¿Les gusta a los demás equipos? Probablemente no, pero esas son las reglas.

Lo que Miami ha logrado es sortear esas normas —de manera legal— al minimizar el impacto de su salario este año. Lo hicieron con un préstamo prorrateado para el resto de la temporada y una opción de compra al Atlético de Madrid en 2026. Se espera que para entonces De Paul se convierta en jugador designado. En pocas palabras: Miami reduce el gasto financiero inmediato y pospone una fuerte inversión para 2026, probablemente el monto que habrían destinado a Busquets.

Hay algunos detalles adicionales. Según rumores, De Paul habría comprometido su futuro a largo plazo con Miami, con un contrato que podría extenderse hasta 2029, asegurando su permanencia más allá de la era de Messi, Busquets y Suárez en South Beach.

Pero eso es secundario ahora. De Paul es un refuerzo pensado para ganar ya, hábilmente gestionado para cumplir con las reglas más estrictas de gasto deportivo.

Probablemente Miami no habría tomado esta decisión si De Paul no fuera el complemento perfecto. Hay muchas estrellas globales que seguramente aceptarían una oferta similar para jugar junto a Messi (¿Neymar, te escuchas?), pero De Paul es el hombre indicado para este rol.

Entrando en detalles tácticos, Javier Mascherano ha probado variantes en su sistema últimamente, pero en esencia prefiere un esquema cercano al 4-4-2. La defensa está clara, igual que la dupla ofensiva con Messi y Suárez. El centro del campo es donde surgen las complicaciones. Busquets es titular indiscutible como mediocampista defensivo, pero necesita corredores a su lado que compensen su labor defensiva y el ida y vuelta exigente de la MLS. Yannick Bright era la primera opción de Tata Martino para ese rol, y Mascherano lo ha utilizado de manera esporádica.

Quedan dos plazas libres para varios candidatos: el mediocampista ofensivo venezolano Telasco Segovia, el versátil Tadeo Allende por las bandas, y quizás Benjamin Cremaschi, el más talentoso pero tácticamente más difícil de encajar.

La solución más lógica fue desplazar a Bright para darle lugar a De Paul. Eso fue justo lo que Mascherano hizo en el último partido, usando un 4-2-3-1 flexible con un doble pivote formado por De Paul y Busquets, mientras Segovia y Allende cubrían las bandas. En ataque, el equipo se mostraba expansivo con amplitud, y en defensa, compactaba espacios en un 4-4-2 más ajustado. Bright ni siquiera entró al campo y De Paul disputó los 90 minutos completos.

Este es el tipo de “buen problema” que muchos técnicos quisieran tener, aunque sigue siendo un reto táctico a resolver.

De cualquier forma, De Paul es un jugador que puede cambiar el rumbo del equipo y un gran refuerzo para las Garzas.

“El Motorcito” no es el único apodo que Rodrigo De Paul ha ganado a lo largo de los años. Más recientemente, se ha ganado el mote de “el guardaespaldas de Messi”. Solo basta con ver cinco minutos de cualquier partido de Argentina para entender por qué. No es una exageración decir que De Paul estaría dispuesto a darlo todo por el ocho veces ganador del Balón de Oro. ¿Le hacen una falta a Messi? De Paul responde con fuerza. ¿Lo empujan? Él responde igual. ¿Messi tiene amarilla y no puede lanzarse a una entrada? De Paul lo hará por él.

Eso quedó más que claro tras la victoria de Miami sobre Atlas en la Leagues Cup el miércoles por la noche. En el tiempo de descuento, los Herons anotaron tras una jugada espectacular en la que De Paul y Messi se conectaron a la perfección. Después del gol, intercambiaron palabras, y cuando hubo más roce al final del partido, De Paul no dudó en salir en defensa, encarando al defensor rival que provocó la disputa.

Quizás esto no sea tan habitual en la MLS, donde los defensores suelen evitar siquiera tocar a Messi, mucho menos iniciar un enfrentamiento en los minutos finales. Pero sin duda, De Paul aporta la actitud y el ambiente que el equipo necesita.

Existen algunas complejidades a considerar. Expertos analistas han señalado que la opción de compra de De Paul coincide con la fecha en que expira el contrato de Busquets. El exastro del Barcelona claramente está en la recta final de su carrera, y no es injusto reconocer que esta temporada ha perdido algo de ritmo. Aunque no ha declarado públicamente sus planes, todo indica que el catalán podría retirarse al término de la campaña 2025.

Este momento se alinea perfectamente con una posible negociación salarial para De Paul. Sin embargo, es importante aclarar que De Paul no es un sustituto directo de Busquets. Sus perfiles son distintos, ya que Busquets es un mediocentro más creador y posicional. Lo que De Paul aportará a largo plazo es un mediocampista defensivo de primer nivel para Miami. El equipo tendrá que adaptar su estilo, y quizás ganar más energía y dinamismo en el centro del campo tras la salida de Busquets. Al menos, ya hay un plan de sucesión que permitirá que uno de los grandes se retire con dignidad y dejando su legado.

Sin embargo, el tema del salario plantea una pregunta clave: ¿cuál es realmente el valor de De Paul? Históricamente, los mejores jugadores designados en la MLS han sido auténticos generadores de juego ofensivo, esas estrellas que parecen demasiado buenas para la liga y que operan fuera de la estructura salarial tradicional. Construir un equipo inteligente suele implicar tener entre 8 y 10 jugadores muy buenos, más uno o dos élite para dar ese impulso extra.

La realidad es que la mayoría de esos jugadores son auténticos “unicornios” del ataque. Messi es el ejemplo más claro, pero también figuras ofensivas como Evander, Lucho Acosta o Cucho Hernández suelen justificar mejor una gran inversión. Los mediocampistas trabajadores, sinceramente, se encuentran con más facilidad. Si De Paul se presenta como una versión mejorada de Yannick Bright, ¿por qué no quedarse con el Bright original y destinar ese dinero a otras posiciones?

Es una pregunta justa. Y no, De Paul no representa la mejor relación calidad-precio. No sería descabellado pensar que Miami preferiría, por ejemplo, a Neymar antes que a él. Pero el mercado obliga a los clubes de la MLS a pagar un sobreprecio por talento europeo, sin importar la posición. La diferencia entre un veterano costoso y un jugador ajustado al tope salarial es demasiado grande. Es probable que De Paul no acepte un sueldo bajo; la solución es pagarle más, aunque eso implique sacrificar en otras áreas.

Quizá no sea la decisión más inteligente desde lo económico. Probablemente no lo sea. Pero esto es Miami, y deben complacer a Messi. Si Messi quiere a De Paul, Messi consigue a De Paul.

Entonces, ¿qué implica todo esto? A corto plazo, Miami ha logrado tres cosas clave. Primero, ha reforzado la profundidad de un equipo que claramente necesitaba más piernas en el mediocampo, tanto para el once titular como para las rotaciones. Esto será vital si los Herons quieren competir fuerte en la Leagues Cup y pelear por la MLS Cup. Mascherano ahora podrá dar descanso a sus jugadores clave cuando sea necesario, algo fundamental en una temporada exigente.

En segundo lugar, Miami ha mejorado considerablemente. Aunque el mediocampo no era su única debilidad antes de De Paul, el equipo era vulnerable en las transiciones y se dejaba superar con facilidad. De Paul es un mediocampista central de élite, capaz de destacar incluso en un club europeo de primer nivel como el Atlético de Madrid, y sin duda elevará la calidad del conjunto.

Finalmente, y quizás lo más importante, es que mantiene contento a Messi. Ha quedado claro en los últimos meses que el astro argentino tiene gran influencia en el club: Mascherano es técnico gracias a su relación con Messi, incluso se reorganizó la oficina principal por pedido suyo. Ahora, Messi cuenta con uno de sus mejores amigos dentro del campo. Si existían dudas sobre su continuidad en Miami, estas parecen haberse disipado.

Sumando todo esto, las opciones de Miami para alzar la MLS Cup este invierno son mucho más sólidas. “El Motorcito” podría ser justo la chispa que los lleve hasta la gloria.