Bueno, aquí estamos de nuevo. Otro verano en el que el Manchester United necesita añadir un delantero a sus filas. No es la primera vez que los Red Devils titubean y se entretienen en tales asuntos.
La temporada 2024-25 será inolvidable para quienes simpatizan con el United por todas las razones equivocadas. Terminaron en un histórico puesto 15 en la Premier League, perdieron la final de la Europa League contra un equipo de Tottenham que de alguna manera terminó por debajo de ellos en el ámbito doméstico, y encontrar goles fue la tarea más difícil.
Ruben Amorim, nombrado sucesor de Erik ten Hag el pasado noviembre, aún no ha podido dejar su impronta en este equipo. Si acaso, los ha hecho retroceder cuando parecía una hazaña imposible. Los aspectos positivos para trabajar son que tiene una visión de cómo quiere que juegue el United, aunque hay fallas importantes que corregir en el ajetreo del fútbol inglés, y se han convertido en una molestia para los grandes equipos al jugar contra ellos, manteniendo una resolución defensiva al enfrentar equipos de calidad muy superior.
Cuánto puede lograr el United en 2025-26, sin embargo, dependerá probablemente de su amenaza goleadora. Si lanzan los mismos golpes desviados que la temporada pasada, se encontrarán en la lona una y otra vez. Ya han tratado de mejorar en el último tercio con las incorporaciones de Matheus Cunha y Bryan Mbeumo, pero aún necesitan un No.9 para unir todo.
En los últimos días, se ha informado que la alta dirección del United ha reducido esa búsqueda a dos opciones bastante diferentes: Ollie Watkins de Aston Villa y Benjamin Sesko de RB Leipzig. Es el primero en quien deberían centrarse para cerrar el trato.










