Cuando Inglaterra se enfrentó a Grecia en la Nations League el jueves pasado, los británicos eran el equipo que nunca había ganado una Eurocopa antes. Los Tres Leones han perdido las últimas dos finales, pero eso es lo más cerca que han estado de la gloria continental en el fútbol masculino.
Esa famosa frase de '30 años de dolor' se habrá convertido en 60 cuando llegue la próxima Copa del Mundo, e Inglaterra estará tan lejos de la Euro 1996 como el lanzamiento de esa canción de Lightning Seeds de la Copa del Mundo de 1966.
Inglaterra tiene una vacante de entrenador y un gran candidato para el trabajo es Pep Guardiola, cuyo contrato con el Manchester City expira al final de la temporada. Ha dejado un rastro de éxito donde quiera que haya estado, y eso se extiende a los países en los que ha entrenado. Algunos expertos, como Roy Keane, han advertido a la FA que necesitan "ir por lo mejor", que es innegablemente el carismático catalán.
Existe la noción de que Inglaterra está en ligera desventaja al tratar de seducir a Guardiola, pero eso no es en absoluto el caso; de hecho, él necesita ese trabajo más de lo que ellos lo necesitan a él.