En los últimos años, el Real Madrid de Carlo Ancelotti ha sido inmune a los desafíos que conllevan los partidos importantes. Es un equipo que no teme a las grandes citas, principalmente porque su entrenador no lo permite. Ancelotti tiene su sistema, sus jugadores y su filosofía. Hay ajustes (tiene que haber algunos), pero ningún rival ha provocado cambios drásticos.
Pero Ancelotti vivió uno de sus peores días como entrenador del Madrid, eligiendo ante el Atleti un sistema táctico desconcertante. Los problemas quedaron claros desde el principio, con Morata haciendo el primero nada más comenzar el derbi. Griezmann volvió a golpear rápidamente, otra vez de cabeza, y Morata firmó su doblete en la segunda parte y con la misma fórmula: centro desde la izquierda y remate de cabeza para vencer a Kepa. El único gol del Madrid provino de un disparo de fuera del área de Toni Kroos en la primera mitad.
Los cambios finalmente llegaron tarde, con Ancelotti abandonando su nuevo sistema en favor del 4-4-2 diamante que le había dado al Madrid un comienzo perfecto de temporada. Pero sus errores ya habían hecho daño: el Madrid cayó en el derbi al ritmo de una pesadilla táctica y defensiva.
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