Después del pitido final en el partido, se vio al portero del PSG, Gianluigi Donnarumma, discutiendo con Pedro. El entrenador del PSG intervino para apoyar a su jugador, y fue entonces cuando la situación se salió un poco de control, con el entrenador español capturado empujando al delantero brasileño y levantando su brazo hacia su rostro. Más tarde, el dueño del club francés apoyó a Enrique y destacó que es inusual que el exentrenador del Barcelona se comporte de la manera en que lo hizo.