Los fiscales suizos cierran el caso contra el exjefe de la FIFA Sepp Blatter y el ex presidente de la UEFA Michel Platini después de 10 años

Blatter, el ex presidente de la FIFA de 89 años, y Platini, de 70 años, ex jefe de la UEFA, fueron acusados de fraude, falsificación, mala gestión y malversación por un pago controvertido de más de 2 millones de dólares en 2011. Ambos negaron haber cometido algún delito durante todo el proceso.

En 2022, la pareja fue absuelta por primera vez por el Tribunal Penal Federal de Suiza en Bellinzona. Los fiscales, insatisfechos con el veredicto, apelaron el fallo, lo que forzó otro juicio. Pero cuando el tribunal de apelaciones también los absolvió a principios de este año, los fiscales finalmente admitieron la derrota. Al decidir no apelar por segunda vez, la oficina del fiscal general suizo anunció que estaba “cerrando otro capítulo en los complejos procedimientos relacionados con el fútbol.”

En el centro del caso estaba un pago realizado por FIFA a Platini hace más de una década. Los fiscales alegaron que el dinero, alrededor de dos millones de dólares, era fraudulento y carecía de “base legal”. Blatter y Platini contrarrestaron que la transacción era legítima, el resultado de un acuerdo de caballeros que se remonta a 1998. En ese momento, Blatter había reclutado a Platini para actuar como su asesor personal, pero afirmaba que la FIFA no podía permitirse su solicitud de salario completo de un millón de francos suizos por año. En cambio, acordaron un pago reducido de 300,000 francos anuales, con el resto a liquidarse más tarde. El pago retrasado se realizó en 2011, lo que provocó acusaciones de corrupción. Pero ambos juicios se pusieron del lado de la defensa, aceptando que existía un acuerdo informal pero genuino entre los dos hombres.

En 2015, la FIFA fue sumida en el caos cuando las autoridades allanaron un hotel de lujo en Zúrich al amanecer, arrestando a altos funcionarios como parte de una investigación independiente liderada por Estados Unidos sobre corrupción global. Las consecuencias llevaron a la mayor crisis en la historia de la FIFA, con acusaciones de soborno, crimen organizado y lavado de dinero que implicaban a numerosas figuras en el mundo del fútbol y los negocios. Blatter, enfrentando una presión cada vez mayor, se vio obligado a dimitir de su cargo como presidente de la FIFA después de 17 años al mando. Platini, quien alguna vez fue visto como el sucesor natural de Blatter, vio sus ambiciones de asumir el cargo principal colapsar de la noche a la mañana.

El anuncio del jueves finalmente puede permitir que ambos hombres se quiten el peso de sospecha que los ha seguido durante años. Aunque sus reputaciones han quedado gravemente dañadas, el cierre definitivo del caso marca el final de una de las sagas legales más largas y dolorosas del deporte.