¿Lionel Messi cedido al FC Barcelona? Una mala idea para todos

Sería un problema enorme para el Inter Miami. Nunca fue probable que el equipo de Tata Martino llegara a los playoffs, con o sin Messi. Estaban a 12 puntos de la postemporada cuando Messi llegó y tenían, con diferencia, el peor récord de la MLS. A pesar de no haber jugado un partido de fútbol en dos meses (y posiblemente no se lo había tomado en serio desde la final de la Copa del Mundo), las cosas cambiaron casi de inmediato cuando llegó el siete veces ganador del Balón de Oro. Messi logró 11 goles y ocho asistencias en sus primeros 11 partidos, sellando un título en la Leagues Cup en el proceso.

Pero una vez que la MLS volvió, el argentino desaceleró. Parte de eso se debió a una lesión que sufrió mientras representaba a Argentina durante el receso internacional de septiembre. Messi se torció el tendón de la corva contra Ecuador el 7 de septiembre, reavivando un problema recurrente que lo atormenta desde hace algún tiempo. Como resultado, se perdió cinco de los siguientes seis partidos del Inter Miami, un tramo en el que su equipo sumó apenas cinco de 18 puntos posibles.

Un Inter Miami sin Messi es un equipo infinitamente más pobre que cuando él está. Incluso si hacen algunos movimientos en este receso (tanto Luis Suárez como Luka Modric han sido vinculados), son un equipo mucho más débil sin el argentino. En resumen, no pueden arriesgarse a que sufra otra lesión antes de la campaña de 2024, y es mejor que Messi descanse unos meses, especialmente porque sus vacaciones de verano se vieron acortadas por su traslado al otro lado del Atlántico. Enviarlo de regreso a Europa, sin importar el destino, no es lo mejor para Miami.

Messi admitió en una entrevista antes de dar su paso a la MLS que originalmente quería regresar a Barcelona. Afirmó que el club le había dicho durante meses que podrían llegar a un acuerdo, pero fracasaron en el intento en el último minuto debido a problemas financieros. Messi incluso dijo que quería tomar su "propia decisión" antes de que se repita el ridículo de su salida forzada en 2021. Messi ha seguido adelante. Parte de la decisión de mudarse a Estados Unidos fue ampliar sus oportunidades profesionales más allá del fútbol.

A sus 36 años, Messi se ha convertido en un futbolista empresario. Según se informa, su contrato con la MLS está relacionado con las ventas de suscripciones de Apple TV y otros patrocinadores lo motivan. Y ha conseguido capital en el Inter Miami como club. No es lo mismo que los derechos de franquicia que David Beckham recibió del LA Galaxy en 2007, pero está cerca.

Y aunque a Beckham le dieron vacaciones en París para los últimos días de su carrera, Messi ahora juega en una versión de mayor perfil y calidad de la MLS. Ahora es la cara de un club que está atrayendo la atención mundial. No es necesario que reabra el capítulo europeo de su carrera. Quizás haya espacio para una aparición en la Kings League de Gerard Piqué, o incluso un partido de Barça Legends en algún momento. Pero por ahora, mientras Messi siga jugando al fútbol, su obligación es con la MLS y el Inter Miami.

Por otro lado, se ve por qué el Barcelona estaría interesado en traer de vuelta a Messi, aunque sea de forma temporal. Necesitan buenas relaciones públicas mientras siguen atormentados por el escándalo de los pagos a Negreira, mientras que uno de sus inversores, el fondo de inversión alemán Libero Football, se ha negado a activar una palanca de 40 millones de euros que se había acordado el verano pasado.

Si alguna vez hubo un jugador que podría inyectar una inmensa cantidad de dinero e inversiones en el club, ese es Messi. Sólo en la venta de camisetas y entradas, así como en las oportunidades de marketing, el Barça podría ayudarse bastante a sí mismo. De hecho, el Manchester United experimentó el mismo impulso con el regreso de Cristiano Ronaldo en 2021.

Pero lo contrario de eso es la distracción que inevitablemente causaría. Hay un circo mediático muy concreto que sigue al Barça, donde cada movimiento y palabra pronunciada parece convertirse en noticia. La indumentaria de Jules Kounde recibe un amplio análisis por parte de los medios; se analiza y desmenuza cada una de las frases de Xavi en las ruedas de prensa más mundanas; Los malos resultados se extrapolan y exageran, mientras que las victorias son combustible para quienes creen que el regreso a los días de gloria está a la vuelta de la esquina. Es una organización plagada de distracciones.

Ahora intentan meter en ese vestuario a la cara más reconocible del deporte mundial. Xavi es un buen entrenador, que entrena a un muy buen equipo. Eso merece suficiente atención sin que el peso de una leyenda del club, la gran leyenda del club, entre en escena. El Barça ya se ve afectado por el ruido fuera del campo, no necesitan otro sonido para añadir a esa cacofonía.

En términos más generales, el Barça está mejor sin Messi. Sí, les tomó dos años superarlo, dejando ir a varios veteranos al mismo tiempo que inyectaban juventud en el equipo. En ese lapso, despidieron a Ronald Koeman, contrataron a Xavi, casi quebraron, firmaron a jugadores de primer nivel que no pudieron pagar y necesitaron otro año para encontrar algo parecido al éxito. Alguien podría incluso argumentar que sólo ganaron LaLiga porque el Real Madrid no estuvo bien.

Este es un equipo que, en cierto sentido, todavía se está recuperando de la salida de Messi. Pero también lograron construir algo viable. Xavi ha armado un equipo interesante, aunque defectuoso, que tiene posibilidades reales de volver a ganar el título de liga este año y podría hacer una carrera decente en Europa. Y da la casualidad de que su área de fortaleza es donde Messi podría jugar. El sistema de Xavi es complejo, pero el técnico despliega cuatro centrocampistas y, cuando están en plena forma, tiene que dejar fuera a uno de ellos, Ilkay Gundogan, Pedri, Gavi o Joao Félix. La mayoría de los equipos serían afortunados de poder contar con esos jugadores.

¿Y dónde encaja exactamente Messi en ese grupo? Ciertamente hay versatilidad ahí, pero Messi, aparte de la innegable chispa de su juego, no aporta más que cualquiera de los cuatro. Sin duda es más creativo que todos ellos, pero eso por sí solo no es suficiente. No ataca como Gavi, no corre como Pedri ni domina el centro del campo como Gundogan. Podrían incluirlo en lugar de Félix, pero el portugués se adaptó rápidamente en Cataluña. El propio Xavi ha admitido que el cedido del Atlético de Madrid es crucial para el éxito de su equipo. En efecto, entonces, el Barça estaría fichando a un jugador que no puede permitirse, en una posición en la que ya no necesita tener a alguien más.

¿Y qué hay del propio Messi en todo esto? Gran parte de la discusión en torno a una posible cesión se ha centrado en cómo el Barcelona podría hacer que funcione, o qué podría significar para el Inter Miami y la MLS en general. Pero muy pocos parecen haber considerado la realidad de que se trata de una persona de 36 años cuyo cuerpo está envejeciendo. Las lesiones en los isquiotibiales pueden afectar a cualquier futbolista de cualquier edad, y Messi está entrando en el ocaso de su carrera.

Leo se perdió 15 partidos en la temporada 2021-22, ocho en la 2022-23 y seis en tres meses en el Inter Miami. Ha lidiado con lesiones musculares en ambas piernas, mientras que Martino ha admitido que su hombre estrella simplemente podría necesitar un descanso, una propuesta que ha sido recibida con absoluto disgusto por parte de los fanáticos que han gastado mucho dinero para verlo jugar.

También hay un lado emocional en todo esto. Es posible que Messi haya disfrutado de unas vacaciones posteriores a la Copa del Mundo en enero, o haya dado la impresión de que tuvo unas maravillosas vacaciones en Arabia Saudita un par de meses después, pero es un jugador que realmente no ha tenido un descanso en años.

Tiene mucho que ofrecer como futbolista y no debería tener problemas para jugar el último año que le queda de contrato con Miami. Pero necesitará algo de tiempo para recuperarse en algún punto intermedio. A los futbolistas y a los deportistas modernos en general no se les da tiempo para descansar. Los horarios y calendarios de partidos son cada vez más ajustados, mientras que la atención constante del mundo que los rodea no ayuda mucho en términos de relajación. Esto es prácticamente manejable, o eso nos hacen creer, para el futbolista medio.

Messi tiene ahora tres meses de descanso. Su equipo actual está fuera de los playoffs, mientras que su ex equipo no puede darse el lujo de ficharlo (y es posible que tampoco quieran hacerlo). Se acabó la etapa del argentino en Barcelona. El mundo del fútbol debe aceptarlo.