¡La ventana de mercado más tranquila de la historia! ¿Por qué los clubes se niegan a gastar en enero de 2024?

En gran medida, la escasez de dinero de los clubes europeos este mes ha sido resultado directo de ese gasto previo.

En los últimos dos veranos, el récord de gasto estival en la Premier League se ha batido dos veces. En 2022, los 20 clubes desembolsaron poco menos de 2.000 millones de libras esterlinas (2.500 millones de dólares).

El último verano, el récord volvió a ser eclipsado, con un gasto que alcanzó la asombrosa cifra de 2.400 millones de libras (3.000 millones de dólares). Incluso con unos ingresos vertiginosos que compensan esto en cierta medida, en un mundo pospandémico, es comprensible que la Premier League, para decirlo groseramente, simplemente se haya quedado sin dinero.

Y mientras la primera ficha de dominó se niega a caer, el resto de Europa -que sólo puede soñar con pagar los salarios y las tarifas de transferencia exigidos en Inglaterra- está luchando por reunir suficientes fondos para hacer los fichajes que necesitan.

Por supuesto, en el pasado, los clubes de la Premier League podrían haberse arriesgado a gastar más allá de sus posibilidades en busca de impulsos económicos más adelante, como la participación en la Liga de Campeones o la permanencia. Pero con el gobierno del Reino Unido amenazando con arruinar la fiesta al incorporar un regulador de fútbol independiente, la Premier League finalmente ha comenzado a mostrar sus dientes en lo que respecta a la regulación financiera.

El Everton descubrió esto en noviembre, cuando sorprendentemente se le impuso una deducción sin precedentes de 10 puntos por violar las reglas de ganancias y sostenibilidad. Los Toffees, que desde entonces han sido acusados de un segundo delito similar, tampoco son el único club preocupado por extralimitaciones económicas. El Nottingham Forest también está a la espera de un castigo por infringir las normas sobre beneficios y sostenibilidad, mientras que actualmente hay 115 cargos sobre el Manchester City, aunque no se espera una sentencia en este caso en un futuro próximo.

Estos acontecimientos tienen al resto de la Premier League en alerta máxima. Las normas de rentabilidad y sostenibilidad dictan que un club no puede registrar pérdidas superiores a 105 millones de libras (133,8 millones de dólares) en un período de tres años. Y con el Chelsea registrando un gasto neto de casi 700 millones de libras (892 millones de dólares) en los últimos cinco años, no hace falta ser un genio de las matemáticas para entender por qué los clubes de la Premier League están tan interesados en controlar sus gastos.

En toda Europa, hay muchos más clubes que experimentan problemas similares en sus propias ligas. Barcelona, por ejemplo, parece haberse quedado sin "palancas" para aliviar su crisis económica, mientras que se entiende que el Inter, finalista de la Liga de Campeones, tiene deudas de alrededor de £ 700 millones (USD 900 millones).

Con Europa en un estado de estancamiento económico, los clubes podrían tener la esperanza de que Arabia pueda poner las cosas en marcha, como lo hicieron en el verano con un derroche de transferencias que cambió el panorama.

El Al-Ettifaq de Steven Gerrard había generado esperanzas de que eso sucediera en diciembre, cuando rogó públicamente al propietario del club que invirtiera tras un terrible comienzo de temporada. "Necesitamos demostrar en esta ventana, y también en la ventana de verano, que vamos en serio y queremos ser competitivos en la cima de la liga, y no donde estamos en este momento", dijo Gerrard después de que su equipo terminara la racha sin victorias ampliado a ocho partidos contra Al-Nassr.

"Esperamos poder hacer cambios significativos en el equipo y en la plantilla. Esperemos que a finales de enero veamos una plantilla diferente, más fuerte y más competitiva".

Sin embargo, incluso con Jordan Henderson saliendo de Dammam este mes, Al-Ettifaq ha estado extrañamente tranquilo en el mercado de transferencias, haciéndose eco de la tendencia de la Saudi Pro League en su conjunto.

Hay varias razones para esto. En primer lugar, a los clubes de la SPL actualmente sólo se les permite tener ocho jugadores extranjeros en sus plantillas. Después de toda la actividad de transferencias de verano, la abrumadora mayoría de esos lugares, particularmente en los cuatro equipos estatales, que son los que más gastan, están ocupados.

Al-Hilal incluso tuvo que ser creativo para fichar a Renan Lodi procedente del Marsella, dando de baja al lesionado Neymar de sus filas para el resto de la temporada para que el lateral izquierdo pudiera incorporarse al equipo.

También se entiende que los equipos de la Pro League saudí se están preparando para otro gran verano, cuando estrellas de la Premier League como Casemiro y Mohamed Salah puedan estar dispuestas a dejar atrás sus carreras europeas.

Dicho esto, la rápida salida de Henderson (y los informes de que otros jugadores como Aymeric Laporte y Karim Benzema tienen problemas para establecerse en el país) amenazan con descarrilar el proyecto deportivo antes de que haya tenido la oportunidad de ponerse en marcha correctamente.

De vuelta en las costas europeas, la falta de actividad de transferencias también puede explicarse por factores distintos al resultado financiero, como la falta de jugadores adecuados disponibles para que los grandes gastadores tradicionales los firmen.

A pesar de la postura pública de Mikel Arteta de que está contento con sus opciones de ataque, está bastante claro que el Arsenal estaría más que abierto a contratar un delantero si se presentara la oportunidad. El Chelsea también busca un delantero centro. Ivan

Toney ocupa un lugar destacado en su lista, pero simplemente no es alcanzable. La falta de No.9 de calidad en el mercado significa que Brentford se encuentra en una posición de negociación particularmente fuerte, con los Bees poniéndole un precio de £ 100 millones ($ 127 millones) en la cabeza.

El Napoli también ha reconocido el valor de Victor Osimhen, protegiendo su preciado activo con una cláusula de rescisión que se cree que supera los 100 millones de libras esterlinas.

En España, el Barcelona quiere un mediocampista, pero identificar talento dentro de los límites de su actual poder adquisitivo está resultando casi imposible.

Mientras tanto, los reyes del mercado de fichajes, el PSG, están luchando por identificar un lateral izquierdo adecuado para cubrir al propenso a lesiones Nuno Mendes, después de haber fichado solo al joven brasileño Lucas Beraldo por apenas 20 millones de euros (17 millones de libras esterlinas/21,8 millones de dólares) al comienzo del año.

Luego está la inminente perspectiva de que una gran cantidad de contratos de las mejores estrellas terminen cuando llegue la ventana de transferencias de verano, menos congestionada y más fácil de navegar.

El primero de la lista es Kylian Mbappé, quien, después de años de tentadoras especulaciones, finalmente parece dispuesto a dejar el PSG al final de la temporada, cuando expire su contrato actual. Los campeones franceses todavía tienen esperanzas de vincularlo a otro contrato, y el presidente Nasser Al-Khelaifi insiste en que ambos tienen un "pacto de caballeros", pero la esperanza de fichar a uno de los mejores jugadores del mundo la tienen tanto el Real Madrid como el Liverpool.

Un grupo considerable de otros talentos de primer nivel también pasarán al último año de sus contratos en el verano. La mayoría de ellos juegan para el Bayern de Múnich, para gran frustración de Harry Kane, ya que Leroy Sane, Joshua Kimmich, Alphonso Davies y Thomas Muller aún no han comprometido su futuro más allá de 2025. La leyenda del Liverpool Mohamed Salah, la sensación del City Kevin De Bruyne y la estrella de la Juventus Federico Chiesa están en el mismo barco, al igual que Son Heung-min, el antes mencionado Toney y Gio Reyna, por nombrar sólo algunos.

En los últimos años, los jugadores de élite han tomado el control de su futuro al retrasar la firma de contratos a largo plazo. Las ventajas de esto son claras: al eliminar la necesidad de que los clubes paguen una tarifa de transferencia, tienen una mayor selección de equipos para elegir. Las considerables primas de fichajes que ellos y sus representantes pueden recibir es otro punto a favor.

Los clubes simplemente podrían estar adaptándose a esta nueva realidad. ¿Por qué gastar tiempo y dinero negociando transferencias tradicionales cuando los jugadores podrían estar dispuestos a esperar hasta que se les acabe el contrato?

Sin embargo, todo lo anterior no significa que se garantice que esta ventana de transferencia de enero será un fracaso. Como siempre en esta época del año, todo lo que se necesita son uno o dos movimientos para que todo el mercado haga "click" y todavía queda tiempo para algunas ofertas notables.

Quizás Crystal Palace esté lo suficientemente asustado por su reciente mala forma como para hacer un movimiento por Eddie Nketiah, dándole al Arsenal los fondos para buscar un delantero. O tal vez Chelsea decida dejar que una estrella local vuele en un intento de equilibrar las cuentas.

Hay que decir que este mes de enero también se han producido una serie de préstamos de gran éxito. El regreso de Jadon Sancho al Borussia Dortmund es emocionante, al igual que la perspectiva de que Kalvin Phillips finalmente consiga algunos minutos cuando se confirme su mudanza al West Ham.

Gio Reyna también podría acabar en la Premier League con el Nottingham Forest, aunque otros clubes siguen interesados en el mediapunta estadounidense. Sin embargo, de manera realista, cualquiera que espere una transferencia que rompa Internet antes de que termine el mes probablemente quedará decepcionado.