Fracaso. Derrota. Humillación. No, la sufrida contra el Atalanta no fue solo una derrota para la Juventus.
A los bianconeri no les queda ahora más que lamerse las heridas y tratar de recomponerse, también porque el campeonato no espera y el cuarto puesto aún debe ser conquistado.
Ciertamente, el frenazo de la Lazio al menos ha evitado (por ahora) el sorpasso del equipo de Baroni en la clasificación. Pero el calendario de aquí al final hace temblar a una Juventus que ha parecido frágil, muy frágil, tanto en carácter como en táctica.
Todos problemas que está llamado a resolver Thiago Motta, cuya posición es cada vez más inestable. Y que, hasta hoy, no está seguro de conservar el banquillo ni siquiera si lograra la clasificación para la próxima Champions.
¿Pero cuáles son las acusaciones para Thiago Motta? ¿Qué no ha funcionado en la Juventus?




