Cuando un futbolista deja el club al que ha servido la mayor parte de su carrera y donde ha pasado sus mejores años, tiene aproximadamente tres caminos para seguir. El primero es hacer lo que Ryan Giggs, Paul Scholes, Jamie Carragher y Gerard Piqué hicieron, entre muchos otros, y retirarse del fútbol por completo, asegurándose de no traicionar nunca a los aficionados con los que construyeron una conexión tan fuerte.
La segunda y más común ruta es continuar jugando pero mudarse al extranjero, idealmente a una liga donde puedas tomártelo con calma y donde es poco probable que te enfrentes a tu amado club nuevamente. Steven Gerrard, Xavi Hernández y Andrés Iniesta siguieron este camino, saliendo como leyendas pero aún teniendo un poco de aventura al final de sus días de juego tras haber pasado su mejor momento.
Luego está el tercer camino, el menos transitado y más controvertido: mudarse a uno de tus rivales, venciendo a tus antiguos empleadores en un gran título y haciéndolos lamentar para siempre haberte dejado ir. Luis Figo y Sol Campbell son los ejemplos más famosos, aunque ambos jugadores tomaron decisiones unilaterales de irse y quemaron sus reputaciones con sus ex-equipos en el proceso. Pero, ¿qué hay de aquellos jugadores que no tuvieron voz en su salida del club y se sintieron enormemente agraviados por ser efectivamente expulsados, con poco agradecimiento por todo lo que les habían dado?
Es un enigma que Kevin De Bruyne está considerando actualmente en su mente mientras considera su próximo movimiento después de ser expulsado del Manchester City. Al principio se pensó que tomaría la segunda opción y terminaría su carrera cómodamente en la MLS, con Inter Miami, San Diego FC y Chicago Fire como posibles destinos. Pero hay una creciente posibilidad de que no solo permanezca en Europa, sino en la Premier League y regrese para atormentar al City.
Liverpool supuestamente ya se ha acercado al belga para discutir un contrato. Y considerando sus recientes actuaciones talismánicas, muchos otros clubes deberían estar haciendo fila para tratar de convencerlo de que extienda su estancia en la mejor liga del mundo...









