Jude Bellingham, el chico de Birmingham que hace creer a Inglaterra en la Eurocopa 2024

La Eurocopa 2024 será el tercer gran torneo de Bellingham, otro logro notable para un jugador que todavía tiene 20 años y debe celebrar su cumpleaños el fin de semana en el que Inglaterra espera jugar su primer partido eliminatorio.

En la Eurocopa 2020 reprogramada, se abrió paso jugando 55 minutos en total en tres apariciones como suplente. Dieciocho meses después, en el Mundial de 2022, consolidó su estatus como titular habitual de Inglaterra, saliendo de inicio en los cinco partidos en Qatar y marcando su primer gol internacional contra Irán, como había prometido en su entrevista previa al partido.

Bellingham ahora está en Alemania siendo la estrella del equipo, no como el capitán sino como el líder en todos los demás sentidos. El hecho de poder presumir del título en LaLiga y de la Liga de Campeones realza aún más su estatus.

Bellingham llegó al club más prestigioso del mundo y jugó como si fuera suyo. Marcó más goles en sus primeros 15 partidos con el Madrid que cualquier jugador en la historia del club, incluso los máximos goleadores de todos los tiempos Cristiano Ronaldo, Raúl y Alfredo di Stéfano.

Marcó goles de todo tipo, desde simples cabezazos contra Almería y Celta de Vigo, hasta su gol desde fuera del área en Barcelona y su gol al estilo Diego Maradona contra Napoli, en el estadio que lleva el nombre del gran mito argentino.

Los aficionados y expertos del Madrid lo han comparado con una gran cantidad de jugadores, ninguno de los cuales tenía mucho en común con él. Tiene el aura de Zinedine Zidane, la conciencia defensiva de Claude Makelele, la confianza de Ronaldo y el ritmo de trabajo de Clarence Seedorf.

Bellingham cautivó al Real Madrid desde el primer día, e incluso su presentación oficial, que suele ser aburrida y escrita, dejó impresionados a los espectadores. Demostró su interés en Los Blancos y la historia del club, y mostró un deseo de asimilarse también a la cultura, algo que grandes futbolistas como Gareth Bale o Michael Owen nunca hicieron.

Mostró deferencia hacia Luka Modric y Toni Kroos, prometiendo aprender de ellos. Incluso estaba al tanto de los periodistas locales.

Carlo Ancelotti resumió el aura de Bellingham después de que el Madrid venciera al Napoli en la Liga de Campeones en noviembre, cuando dijo que el centrocampista era "un regalo para el fútbol". "El entrenador, sus compañeros y los aficionados están encantados con él, pero también todo el mundo del fútbol", añadió el paternal italiano. "Están encantados de ver a un jugador con este potencial y que da una imagen tan positiva".

El italiano no se equivoca. Cuando Gary Lineker, Micah Richards y Alan Shearer discutían las posibilidades de Inglaterra en la Eurocopa, la expresión de los tres expertos y ex jugadores experimentados cambió y su sensación de asombro ante el joven de 20 años fue tangible. La mera mención del nombre de Bellingham hizo que Richards inclinara la cabeza y dijera "Dios mío", y Shearer rápidamente agregó: "Qué temporada".

Su sensación de entusiasmo fue aún más pronunciada al saber que Bellingham es el jugador que podría marcar la diferencia para los Tres Leones en Alemania y poner fin a la sequía de trofeos de 58 años de la nación.

"Mucha gente siente que es el tipo de jugador que puede sacarte adelante, porque para ganar algo, alguien tiene que hacerlo realidad, él podría ser ese tipo de jugador", dijo Lineker. "Lo tiene todo, tiene habilidades, tiene visión, tiene estatura, tiene presencia".

Y Shearer agregó: "Tiene esta arrogancia en el buen sentido, puedes verlo erguido, tiene eso, eso es algo brillante".

Ancelotti ha calificado a Bellingham como "el jugador ideal para el fútbol actual" por su combinación de cualidades físicas y técnicas. Y como el único entrenador que ha tenido el honor de trabajar con Bellingham y Zidane, se encuentra en una posición única para comparar y contrastar sus atributos.

"Lo que creo que es diferente es su capacidad para llegar al área, algo que Zidane no tenía. Zidane tenía una calidad individual que Bellingham no tiene", dijo Ancelotti. "Esa es la principal diferencia, pero así es el fútbol moderno, que requiere jugadores físicamente fuertes como Bellingham, que son capaces de cubrir todo el campo muy rápidamente".

Aunque el francés se había retirado cuando empezó a ver fútbol, Bellingham estaba fascinado con Zidane. Al llegar a Madrid, preguntó si podía quitarle la camiseta número 5, que Zidane lució como jugador blanco, al defensa Jesús Vallejo, quien aceptó de buen grado.

El número que realmente quería Bellingham, sin embargo, era el de Antonio Rudiger, aunque el alemán no estaba dispuesto a cederlo.

Bellingham había usado el número 22 en Birmingham City y Borussia Dortmund, y la historia detrás de él es otra demostración del tipo de jugador polivalente que aspiraba a ser desde que tenía sólo 12 años. Su antiguo entrenador juvenil en Birmingham, Mike Dodds, animó a Bellingham a incorporar elementos de tres roles separados en el mediocampo en su juego, para jugar como número 4 (centrocampista de contención), número 8 (de área a área) y número 10 (centrocampista ofensivo). La suma de los números es igual a 22.

Dodds le dijo a The Guardian: “Como la mayoría de los niños, quería marcar goles, pero sentí que se estaba perjudicando a sí mismo. Cada vez que revisábamos sus juegos decíamos: '¿Eras el número 22 hoy? El número 22 era muy importante para él; era parte de su programa de desarrollo desde los 12 o 13 años. Hablamos de ser el número 22 probablemente dos o tres veces por semana durante la mayor parte de cuatro o cinco años”.

Dodds también reveló que Bellingham estaba tan interesado en el fútbol que usaba una equipación diferente cada día para entrenar, y una vez se cortó el pelo imitando el estilo icónico, aunque cuestionable, de Ronaldo Nazario, "donde se afeitaba la cabeza y tenía ese pequeño mechón de pelo en la parte delantera”.

Dodds trabajó con Bellingham al principio y al final de su estancia en Birmingham, viéndolo convertirse en el debutante más joven del club a la edad de 16 años, rompiendo un récord de 40 años que anteriormente ostentaba el fallecido Trevor Francis. Incluso años antes de hacer su reverencia, Bellingham, un fanático de Birmingham desde su infancia, era muy consciente del legado de Francis y, según The Guardian, estaba ansioso por ser fotografiado con él en caso de que alguna vez lo alcanzara. Los rostros de Bellingham y Francis adornan ahora un mural fuera del estadio St Andrews del club.

El Real Madrid ha estado cosechando los frutos de una idea sembrada en Birmingham, y ahora Inglaterra buscará hacer lo mismo en Alemania, el país donde Bellingham creció con el Dortmund tras dejar los 'blues' justo después de cumplir 17 años.

Inglaterra ya tiene un formidable número 4 en Declan Rice y un número 8 de clase mundial en Phil Foden. Y existe una escuela de pensamiento de que la forma en que Gareth Southgate puede sacar lo mejor de Bellingham es juntarlos a todos en un mediocampo de tres.

"Me gustaría verlo en el mediocampo para que pueda influir más en el juego, me encantaría verlo a él y a Foden jugar así", dijo Lineker. "No creo que él [Southgate] haga eso. Me encanta que suba allí y tiene ese motor que puede subir y bajar, tendría un poco más de influencia en eso".

El seleccionador de Inglaterra divide la opinión, pero una cosa en la que todos coinciden es que ha dirigido a Bellingham a la perfección, incorporándolo al equipo cuando acababa de cumplir 17 años y dándole experiencia en torneos un año después. El principal triunfo de Southgate con Inglaterra, además de llegar a una semifinal del Mundial y a la final de la Eurocopa, ha sido potenciar a sus jugadores. Pero no quiere que el equipo vea a Bellingham como su salvador.

Los equipos anteriores de Inglaterra cometieron el error de esperar que un jugador solucionara sus problemas, desde David Beckham hasta Steven Gerrard y luego Wayne Rooney. Es fácil ver por qué Southgate quiere evitar que suceda lo mismo con Bellingham.

"Estoy seguro de que [levantará al equipo], pero no es su responsabilidad hacerlo", dijo Southgate antes de la Eurocopa. "No estamos poniendo todo en Jude. Tenemos muchos buenos jugadores y es algo colectivo ir e intentar ganar este torneo. Él es, por supuesto, un jugador con una mentalidad fabulosa y tendrá una gran impacto en todo el grupo."

Esa mentalidad fabulosa ha sido visible durante toda la temporada con el Real Madrid y se puso de manifiesto en el último partido de Bellingham con Inglaterra contra Bélgica, cuando arrastró a un equipo devastado por las lesiones y sin Kane, entre otros, para empatar 2-2 en el descuento. Algo similar hizo en octavos de final, cuando una chilena suya en el '94 evitó el desastre ante Eslovaquia.

Inglaterra no debe ser un equipo unipersonal. Pero no podían pedir un mejor jugador para agruparse que el chico de Birmingham que quería ser Trevor Francis, Ronaldo y Zidane, todo en uno, y de alguna manera lo logró.