¡Italia es el campeón defensor más débil desde Grecia! Por qué nadie cree que pueden ganar la Eurocopa 2024

Después de la conmoción y el horror de perderse una primera Copa del Mundo desde 1958, Italia disfrutó de un resurgimiento espectacular con Roberto Mancini que culminó con una victoria gloriosa (y totalmente merecida) sobre Inglaterra en la final de la Eurocopa 2021. El triunfo de los azzurri fue sin lugar a dudas sorpresivo, y la forma en que jugaron lo fue aún más: Italia rompió con el molde al jugar un fútbol dinámico y ofensivo.

Estaba claro que Mancini estaba construyendo algo especial antes de esa Eurocopa. Ya había creado con éxito un espíritu de club dentro de la selección nacional, y vale la pena recordar que su equipo estaba invicto en 27 partidos cuando comenzó el torneo.

Italia batiría el récord internacional de partidos consecutivos sin perder y era ampliamente considerada como una de las favoritas para ganar la Copa del Mundo de 2022. Sin embargo, los azzurri ni siquiera llegaron a Qatar. Después de que dos penaltis fallidos por Jorginho le costaran la victoria sobre Suiza en la fase de clasificación, Italia quedó atónita ante Macedonia del Norte en el play-off.

Aún así, la renuncia de Mancini en el verano de 2023 -especialmente por el momento- sorprendió al fútbol italiano.

Mancini dimitió el 13 de agosto de 2023, apenas nueve días después de que la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) le concediera el control de las categorías sub-20 y sub-21 del país, para permitirle facilitar la progresión de los jugadores del fútbol juvenil al nivel superior.

"Es un poco sorprendente", dijo a LaPresse Renzo Ulivieri, presidente de la asociación de entrenadores de Italia. "Nadie lo esperaba". Mancini, quien inmediatamente asumió como entrenador de Arabia Saudita, señaló con el dedo culpable al presidente de la FIGC, Gabriele Gravina.

"Podría haberme retenido si hubiera querido", alegó Mancini. "Pero durante un año estuvo intentando revolucionar mi plantilla. Le expliqué que en estos meses necesitaba apoyo y tranquilidad, pero él no lo hizo y entonces dimití".

La repentina salida de Mancini dejó a Italia en un gran aprieto, dado que su campaña de clasificación para la Eurocopa 2024 ya estaba en marcha. Encontrar un sustituto digno no iba a ser fácil. Afortunadamente, Spalletti estaba dispuesto a abandonar su supuesto año sabático del fútbol después de separarse del Napoli al final de su histórico Scudetto la temporada anterior.

En ese sentido, la FIGC no podría haber encontrado un entrenador más calificado para suceder a Mancini, y Spalletti rápidamente demostró su valía al colocar a Italia en el segundo lugar de su grupo de clasificación. Los azzurri terminaron empatados a puntos con Ucrania, pero avanzaron gracias al goalaverage particular y a un penalti muy polémico en el empate de la última jornada contra el equipo de Sergiy Rebrov en Leverkusen.

Sin embargo, los intentos de Spalletti de formar un "equipo especial" a tiempo para la Eurocopa se han visto obstaculizados no sólo por la falta de preparación, sino también por la falta de calidad.

Si bien Italia fue ampliamente elogiada por un enfoque atípicamente aventurero en la Eurocopa 2021, que sacó lo mejor de Federico Chiesa, su triunfo se basó en la excelencia defensiva.

Leonardo Spinazzola fue una revelación en el lateral izquierdo, planteando todo tipo de problemas a los rivales hasta que se lesionó ante Bélgica en cuartos de final. Habiendo sido frenada su amenaza de ataque por la ausencia del hombre de la Roma, Italia se apoyó cada vez más en el veterano dúo defensivo Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci, quienes estuvieron inmensos contra España e Inglaterra, mientras que el nombramiento de Gigi Donnarumma como Jugador del Torneo te lo dice todo.

Desafortunadamente, Chiellini y Bonucci (los dos miembros restantes de la famosa 'BBC') ya están retirados, privando a Spalletti de una gran calidad y experiencia. Y sus ausencias se han visto agravadas por una serie de bajas defensivas debido a distintas lesiones.

Como era de esperar para un país renovado por producir defensores de clase mundial, Italia estaba bien abastecida de centrales antes de la Eurocopa. Sin embargo, la situación ahora parece muy diferente, ya que tanto Francesco Acerbi como Giorgio Scalvini se han visto obligados a retirarse de la plantilla de Spalletti.

Si bien Scalvini se ha convertido en uno de los defensores jóvenes más prometedores de Italia, es la ausencia de Acerbi la que se sentirá más profundamente. El as del Inter, que ayudó a borrar a Erling Haaland en la final de la Liga de Campeones del año pasado, seguramente comenzaría junto a su compañero de club Alessandro Bastoni, ya sea que Italia jugara con tres o cuatro atrás.

Para empeorar las cosas, el lateral Destiny Udogie también ha sido descartado, lo que significa que Spalletti no puede permitirse que le pase nada a Federico Dimarco, sobre todo porque Spinazzola ni siquiera entró en la lista preliminar, habiendo luchado por mantener la forma y el estado físico desde esa Eurocopa 2021.

Los problemas de lesiones de Italia tampoco se limitan únicamente a la defensa. El otrora brillante Marco Verratti se ha retirado parcialmente en Qatar, Nicolo Barella aún no se ha recuperado completamente de un problema muscular, mientras que Chiesa, el arma de ataque más potente de los Azzurri con diferencia, no es el mismo talento emocionante que vimos en Wembley hace tres años. Jugar con Massimiliano Allegri obviamente le ha pasado factura al extremo de la Juventus, pero también lo ha hecho una sucesión de lesiones molestas.

El declive de Chiesa, que Spalletti espera que no sea irreversible, es particularmente problemático, dado que tanto Domenico Berardi como Nicolo Zaniolo se perderán la Eurocopa por lesión, lo que significa que los azzurri una vez más lucen dolorosamente escasos de opciones de ataque.

Spalletti dejó fuera a Gianluca Scamacca para los partidos internacionales de marzo. Ahora, se espera que el delantero del Atalanta comience al frente de Italia en la Eurocopa. Obviamente, un buen final de temporada ha influido en ese dramático cambio, pero también es ilustrativo de la escasez de delanteros de primer nivel disponibles para Spalletti. No es nada nuevo, por supuesto.

Atrás quedaron los días en que Italia podía llevar a Christian Vieri, Alessandro Del Piero, Roberto Baggio, Filippo Inzaghi y Enrico Chiesa al mismo torneo. Ya ni siquiera cuentan con un Ciro Immobile, que solo marcó dos goles en la Eurocopa 2021 pero que siguió siendo un jugador prolífico a nivel de clubes en la Serie A.

Como resultado, las únicas alternativas reales a Scamacca para liderar el ataque en Alemania son Mateo Retegui y Giacomo Raspadori, quienes marcaron 12 goles en liga entre ambos esta temporada. Por lo tanto, Spalletti necesita desesperadamente que Scamacca continúe con su buena racha -o alguien que disfrute de una explosión similar a la de Toto Schillaci en un torneo importante- si Italia quiere tener alguna posibilidad de pasar un grupo que también incluye a España y Croacia.

Obviamente, Italia tiene historia a la hora de desafiar las probabilidades. Muchas veces la adversidad les ha sacado lo mejor. Paolo Rossi regresó de una suspensión de apuestas de dos años para llevar a los Azzurri a la victoria en la Copa del Mundo de 1982. La edición de 2006 se ganó en medio del amargo telón de fondo del Calciopoli.

El equipo actual ha tenido que lidiar con su propio escándalo, con Nicolo Fagioli y Sandro Tonali suspendidos como parte de una investigación sobre actividades de apuestas ilegales.

"No puedo entender por qué (las autoridades) decidieron venir y entrevistar a los jugadores en el campo de entrenamiento y tal vez no en casa, en un momento más privado y menos traumático para ellos", dijo Spalletti. "Ciertamente fue nuestro momento más difícil, pero produjo una reacción importante del grupo. Fue bueno que todo esto sucediera porque permitió [a los jugadores involucrados] darse cuenta de sus errores y riesgos que corren, y luego volver a la normalidad".

Sin embargo, mientras Spalletti ha podido darle la bienvenida a Fagioli nuevamente al grupo pocas semanas después del regreso del mediocampista de la Juventus a la acción, Tonali aún está suspendido, lo que significa que Italia se quedará sin un titular probable en Alemania. Es una pérdida de la que realmente podrían haber prescindido.

Spalletti es un entrenador genial. Lo demostró en el Napoli y tiene una trayectoria comprobada a la hora de encontrar soluciones donde parece que no las hay. Su sistema sin delanteros en la Roma elevó el juego de Francesco Totti a otro nivel.

Sin embargo, es muy difícil deshacerse de la sensación de que este torneo ha llegado demasiado pronto para Spalletti. Como dijo recientemente el técnico del Real Madid, Carlo Ancelotti, a La Repubblica: "Se necesita más tiempo. No veo jugadores de primer nivel, excepto quizás Donnarumma en la portería".

Es un punto válido. Puede que no haya ningún "idiota" en el equipo italiano, pero tampoco hay verdaderas superestrellas. Una defensa exitosa del título parece imposible...