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Jordi Alba, Messi, BusquetsGOAL

Inter Miami 2.0 de Lionel Messi: las salidas de Jordi Alba y Sergio Busquets apuntan a una nueva era en el club

Fue un video bastante dramático, todo hay que decirlo. Pero un buen video. Los momentos clave, los más emotivos, estaban todos ahí.

Jordi Alba aparece en cámara lenta (porque nada puede ir a toda velocidad cuando se busca el dramatismo). Camina hacia la cámara, observa su estadio, se detiene. En la pantalla se suceden las imágenes: Alba, el niño de la cantera; Alba, el descarriado de Valencia; Alba, la estrella del Barcelona; Alba, el veterano del Inter Miami. Fotos junto a sus amigos ilustres del fútbol, entrenadores y compañeros de toda la vida: Lionel Messi, Luis Suárez, Sergio Busquets, Luis Enrique. Todo en español, con subtítulos en inglés. Alba agradece a sus clubes, a su país, a su familia: “Esto también es de ustedes.”

El cierre es impecable. Alba dice “Gracias por tanto” y la pantalla se funde a negro.

Bien hecho, Jordi. Ha sabido tocar todos los clichés justos. Y es un pequeño y merecido momento de autocomplacencia para cerrar una carrera brillante. Pero en el contexto de esta temporada, el video deja flotando una pregunta:

¿Dos menos, falta uno?

Porque parece claro que se avecinan grandes cambios en el Inter Miami. Alba ha seguido los pasos de Busquets hacia la puerta de salida. Él también dejará el sur de Florida —al menos en lo futbolístico— al final de la temporada. La primera despedida tenía sentido: Busquets, a sus 37 años, ya daba señales de desgaste. Pero lo de Alba sorprende. Acababa de firmar un nuevo contrato y, probablemente, ha sido el mejor lateral izquierdo en la historia de la MLS, con cinco goles y catorce asistencias esta campaña.

Y, sin embargo, ahí están: los ex del Barça marchándose de Miami uno a uno. Luis Suárez podría ser el próximo. Y aunque los rumores apunten a que Messi seguirá, la sensación es inequívoca: se acaba una era. La versión 1.0 del Inter Miami de Messi llega a su fin. Es momento de que empiece la siguiente.

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    Una carrera maravillosa

    Un exintegrante del cuerpo técnico del Inter Miami solía llamar a Jordi Alba “el pequeño motor que podía”. Y, en realidad, esa frase lo resume todo. Su generación de futbolistas españoles estuvo repleta de talentos predestinados, jugadores que parecían destinados por derecho divino a vestir la camiseta de la selección. En el caso de Xavi, por ejemplo, nunca se trató de si sería internacional, sino de cuándo.

    Alba no encajaba en ese molde. Tenía un obstáculo físico evidente: nunca dio el estirón. Medía 1,70 metros de adolescente, y ahí se quedó. Su cuerpo no correspondía al de un lateral típico. Tenía la velocidad y el descaro de un extremo, pero el instinto combativo de un defensor. Nadie sabía muy bien qué hacer con él. La solución inicial fue simple: ponerlo como extremo izquierdo y ver qué ocurría. A comienzos de sus veintitantos, la selección española parecía un sueño lejano, incluso cuando el equipo nacional necesitaba desesperadamente un lateral zurdo.

    El Valencia fue quien lo descifró. Reconvirtió a aquel jugador ofensivo en defensor, y el resultado fue sorprendente. Alba tenía la técnica, sí, pero también el temperamento. Había una fiereza en su forma de jugar, un gusto por el contacto, por la recuperación. Y justo entonces, España ya se había enamorado de un lateral que redefinía la posición en el otro costado del campo: Dani Alves. ¿Por qué no tener su propia versión de ese lateral brasileño, pero a la izquierda?

    El tiempo demostró que podían. El lateral izquierdo era, efectivamente, su sitio. De Valencia dio el salto al club de sus sueños, el Barcelona, y desde allí despegó: títulos de Liga, Copas del Rey, Champions. Con la selección, se consolidó como un fijo, marcó en la final de la Euro 2012 y llegó a portar el brazalete de capitán de La Roja.

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  • Lionel Messi Jordi Alba Inter Miami 2025Getty

    Conexión con Messi

    Llamar a Jordi Alba compañero de carrera de Lionel Messi es, en sí mismo, un elogio de primer nivel. Porque, en buena medida, eso fue lo que lo mantuvo en movimiento durante tantos años. Incluso cuando sus cualidades defensivas y su físico empezaron a declinar al entrar en la treintena, Alba siguió siendo relevante gracias a una conexión con Messi que pocos han logrado igualar.

    Has visto ese gol incontables veces. Messi recibe en el centro, levanta la cabeza y lanza un pase en diagonal hacia la carrera de Alba por la izquierda. El lateral puede devolverla de primera para que Messi defina, hacer un amague y servirle de nuevo, o avanzar unos metros más y poner el pase atrás. Siempre el mismo guion, siempre el mismo resultado. Entre ambos conectaron para 33 goles a lo largo de sus carreras, aunque es imposible contar cuántas veces esa jugada quedó al borde del gol.

    Messi lo expresó mejor que nadie en el mensaje con el que despidió a su amigo:

    “Es una locura la cantidad de asistencias que me has dado a lo largo de todos estos años. ¿Quién me va a dar esos pases desde atrás ahora?”, escribió.

    Fue, probablemente, una de las muestras de emoción más genuinas que Messi ha dejado ver jamás.

    Alba dio el salto a Miami cuando ya era evidente que Messi lo haría también. Su futuro en el Barcelona había quedado en duda desde 2022, pero resistió un poco más. Y cuando Messi anunció oficialmente su llegada a la MLS el 16 de julio de 2023, Busquets lo hizo ese mismo día y Alba, cuatro días después. Los viejos amigos blaugranas simplemente tenían que reencontrarse. Alba completó el trío. (Luis Suárez, por supuesto, llegaría en diciembre).

  • Inter Miami CF v New England RevolutionGetty Images Sport

    ¿Una salida sorpresa?

    Y ahora se ha ido. No sería exagerado decir que la noticia sorprende. Miami llevaba tiempo vinculado con el exlateral del Tottenham, Sergio Reguilón, un fichaje que ahora parece inevitable. Pero Alba firmó un nuevo contrato hace apenas 147 días. En aquel momento, parecía ansioso por seguir jugando:

    “Estoy feliz de renovar mi contrato porque tengo el deseo de seguir compitiendo, y por cómo me siento en el club, con el cariño que recibo de los aficionados en cada partido”, dijo Alba. “Tenemos ese deseo de seguir compitiendo, de seguir ganando y, con suerte, ganar la mayor cantidad de títulos posible.”

    Esas no eran palabras de un jugador que planea colgar las botas pronto. El acuerdo, de hecho, estaba pensado para mantenerlo en Miami durante dos temporadas completas. Era, en esencia, una señal de que Messi también seguiría. Si Alba se quedaba, Messi seguramente lo haría.

    Sin embargo, Alba se marchó de todas formas. Y es comprensible: tiene 36 años y cumplirá 37 poco después de que arranque la próxima temporada de la MLS. Tras disputar 28 partidos esta campaña como lateral y extremo izquierdo, su cuerpo podría estar diciendo basta. Son cosas que ocurren a los atletas, especialmente a quienes dependen de la velocidad y el desgaste físico constante.

  • Sergio-Reguilon(C) Getty Images

    Cambio de guardia

    Un comentario sobre Reguilón: no está ni cerca del nivel de Alba. Pero tiene 28 años, más que suficiente para destacar en la MLS, y, lo más importante, llega como agente libre. Claro, pedirá un bono de firma y algunos beneficios adicionales, pero Reguilón es, en términos prácticos, una ganga que seguramente tendrá impacto a este nivel. Es curioso que nadie lo haya fichado tras finalizar su contrato con el Tottenham el 30 de junio, aunque en el pequeño mundo del fútbol es posible que su traslado a Miami ya fuera conocido. ¿Por qué gastar dinero en un jugador que estaría en otro club en seis meses?

    Este movimiento también refleja un cambio más amplio. Observando las decisiones de Miami en los últimos meses, todo apunta a una especie de renovación. La salida de Busquets era previsible; la contratación de Rodrigo De Paul hace tres meses prácticamente anticipó que Busquets dejaría el equipo al final del año. Con un poco de ajuste en el límite salarial, Miami podría ganar ahora flexibilidad para la próxima temporada.

    Si Suárez también reflexiona sobre su futuro y reconoce que podría estar sacrificando su cuerpo en estos momentos, podría abrirse aún más margen de maniobra para el club.

  • Inter Miami CF v D.C. UnitedGetty Images Sport

    El futuro es sorprendentemente brillante

    ¿Pero quién más llegará? Por ahora, solo podemos especular. Miami tiene hambre de estrellas. Podría haber espacio para un Jugador Designado adicional, especialmente si otros jugadores se marchan y Jorge Mas —y, realmente, Messi también— logran convencer a algunos futbolistas de aceptar contratos menos lucrativos (ya ha pasado antes). Los inevitables rumores sobre Neymar son demasiado tentadores para ignorarlos. Paulo Dybala, de la AS Roma, también ha sonado, y aunque Paul Pogba firmó con el Mónaco, nunca se sabe si cambiará de opinión en el futuro.

    Las posibilidades tácticas son igualmente interesantes. Messi como falso nueve con De Paul, Bright y otro mediocampista; quizá un nuevo extremo se una al equipo. Nicolás Otamendi podría llegar si Miami decide ser inusualmente sensato. Si hay dudas, basta con repasar la lista de la Argentina campeona del mundo 2022 y ver quién ya está en el ocaso de su carrera.

    Es llamativo, además, que el contrato de Messi aún no se haya anunciado. Podría ser una estrategia de relaciones públicas: quizá prefirieron que Busquets y Alba revelaran primero sus planes antes de comunicar un acuerdo de varios años para su jugador estrella. Y, en realidad, es difícil imaginar a Messi jugando en otro lugar: Miami parece su destino natural. Solo queda por ver cuándo decidirá colgar las botas.

    Lo más probable es que estemos ante un raro momento de sensatez en el sur de Florida. Alba se fue. Busquets también. Suárez podría ser el siguiente. Reguilón ya está dentro. Y después de reunir a varios viejos amigos, los Herons podrían estar en condiciones de construir un equipo que funcione. Quizá, esta vez, no sea solo un grupo de ex del Barça, sino un equipo capaz de alcanzar el éxito en los playoffs que Miami tanto ha buscado.