Julián Álvarez fue la adquisición más relevante del mercado rojiblanco, un fichaje que ilusionó a la afición colchonera para volver a discutirle el título al Real Madrid y al Barcelona.
No obstante, alcanzando sus primeros diez partidos con el Atlético de Madrid, todavía no se vio su mejor versión y todo sigue en zona de promesas.
Los primeros signos de impaciencia se disiparon con el agónico gol en Balaídos que le dio tres puntos importantes al Atleti, pero todavía se espera más de Julián como goleador y de Simeone como entrenador para que potencie sus cualidades.
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