La temporada del Liverpool ha tocado varios puntos bajos en su caótica defensa del título de la Premier League. Aunque el sábado lograron empatar 3-3 ante el Leeds United en Elland Road, el resultado deja secuelas profundas que podrían sacudir a los 'Reds' hasta la médula.
Por tercer partido consecutivo, Mohamed Salah fue suplente bajo Arne Slot y, por segunda vez fuera de casa, ni siquiera entró desde el banquillo. El 'Rey Egipcio', criticado recientemente por no intervenir durante la mala racha del equipo, decidió romper el silencio ante los medios, pero sus declaraciones más que calmar los ánimos, los tensaron.
"No lo puedo creer, estoy muy, muy decepcionado. He hecho mucho por este club a lo largo de los años y especialmente la temporada pasada. Ahora estoy sentado en el banquillo y no sé por qué. Parece que el club me ha echado debajo del autobús. Creo que está muy claro que alguien quería que toda la culpa recayera sobre mí", declaró Salah.
"Recibí muchas promesas en el verano y hasta ahora estoy en el banquillo por tres partidos, así que no puedo decir que se hayan cumplido. Dije muchas veces antes que tenía una buena relación con el entrenador y de repente no tenemos ninguna relación. No sé por qué, pero me parece, como lo veo, que alguien no me quiere en el club."
Sus comentarios han sido interpretados por muchos como un indicio de que, si la situación no cambia drásticamente —posiblemente con la salida de Slot—, Salah no se ve con futuro en Anfield. Con clubes saudíes al acecho, su salida del Liverpool podría concretarse antes y de manera más dramática de lo que se esperaba.