Araujo estuvo cerca de salir en la ventana de transferencias de enero, pero la junta lo convenció de firmar un nuevo contrato que durará hasta 2031. Lo realmente importante, sin embargo, es la cláusula de rescisión de €65 millones de Araujo, que es válida durante los primeros diez días de la ventana de transferencias, lo que genera preguntas sobre su futuro a largo plazo en el Barca. A pesar de la incertidumbre, tanto Araujo como el club están confiados en que se quedará por ahora, aunque los desarrollos en verano podrían cambiar eso.