"Nadie tenía paciencia. Ni la prensa, ni el club, y él era demasiado joven para entender muchas cosas", dijo a Mundo Deportivo. "Esa es la realidad. Pero nos ha dado una lección a todos. Ya nos la enseñó en su último año en el Barça. Todo lo que se decía - que no era un buen profesional, que salía por la noche, que bebía - no era cierto.
"Después de dos lesiones muy graves, en un entorno muy difícil, demostró que era un gran profesional. Otro jugador, a su edad, habría tirado la toalla. Pero él no lo hizo. Siguió trabajando, se recuperó, jugó muy bien con Xavi y fue muy valorado por él.
"Le va muy bien ahora. Nos ha dado una bofetada a todos. Y estoy muy contento de que las cosas le estén yendo bien. Es un chico muy bueno y ha sido un gran profesional. Superar dos lesiones graves y salir de una situación tan difícil no es algo que cualquiera pueda hacer. Tiene 28 años, una edad magnífica."