Es un día abrasador en Múnich, con menos de 12 horas antes de que la ciudad acoja la final de la UEFA Champions League entre el Paris Saint-Germain e Inter. En el centro del Olympiapark, la extensa villa olímpica construida para los Juegos de Verano de 1972, se encuentra una instalación de fútbol a pequeña escala construida especialmente para la semana, ubicada entre el estadio, el lago y el estadio cubierto. Todos los caminos dentro del parque conducen allí de una forma u otra y es el foco de atención, un verdadero festival de fútbol.
La cancha, completa con un nuevo campo artificial verde y una portería con bordes naranjas y redes negras es cortesía de Gatorade, uno de los patrocinadores principales de la UEFA. Están llevando a cabo su torneo anual 5v5, donde equipos de jóvenes de entre 14 y 16 años de todo el mundo compiten para ganar entradas para la final de la Champions League. Este año, los equipos masculinos y femeninos de Canadá alcanzaron la última fase, pero luego quedarían eliminados ante Brasil y México respectivamente.
El día también está encabezado por la participación de reyes del fútbol en un partido propio con influencers y medios globales, con Cafu, Robert Pires, Claude Makelele y Laura Georges formando parte. Y luego estaba la atracción principal, el excentrocampista español y entrenador del Como, Cesc Fàbregas, quien se sentó con GOAL antes del inicio del partido para hablar sobre su carrera, sus antiguos clubes, la iniciativa de Gatorade y más.



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