La decisión de Florentino Pérez de fichar a un Martin Odegaard de 16 años en enero de 2015 generó una gran emoción en el mundo del fútbol. Sin embargo, el entrenador del Real Madrid Carlo Ancelotti no estaba en lo más mínimo impresionado.
"Cuando Florentino compra a un futbolista noruego, simplemente tienes que aceptarlo," escribió el italiano en su libro 'Quite Leadership'. "Además, el presidente decidió que Odegaard jugaría tres partidos con el primer equipo como un ejercicio de relaciones públicas. Podría convertirse en el mejor jugador del mundo, pero no me importaba porque no era un jugador que yo pedí. Ese fichaje era por relaciones públicas."
En ese contexto, no es de extrañar que Odegaard fuera vendido al Arsenal por 30 millones de libras (38 millones de euros) poco después de que Ancelotti regresara para una segunda etapa como entrenador de los Blancos en el verano de 2021. Odegaard había impresionado mientras el entrenador había estado fuera, pero solo mientras estuvo cedido, y Ancelotti dejó claro que sentía que había ocho jugadores por delante del joven en el orden jerárquico del mediocampo.
Ha habido ocasiones en los últimos cuatro años en las que la salida de Odegaard ha hecho que Ancelotti y el Madrid parezcan tontos, si no por el mero hecho de que le permitieron irse, ciertamente por la tarifa reducida. Sin embargo, mientras Odegaard se prepara para enfrentar a su antiguo entrenador y club el martes por la noche, una vez más tiene un punto que demostrar, y no solo al Madrid de Ancelotti, sino también al Arsenal de Mikel Arteta.






