La renovación de Williams por parte del Athletic representa una declaración de intenciones importante. Con gigantes europeos merodeando, el club vasco hizo todo lo posible para retener a su estrella, ofreciéndole un contrato escalonado con aumento de sueldo basado en el desempeño y los resultados del equipo. Se convertirá en el jugador mejor pagado del club, por delante de su hermano Iñaki Williams, Unai Simón y Oihan Sancet.
El movimiento también le ofrece al Athletic protección financiera, elevando su cláusula de rescisión en un 50 por ciento como barrera contra futuros intereses. Para el Barcelona, que lo consideraba un objetivo principal para su reconstrucción, el rechazo es un golpe significativo.