Chelsea está a punto de realizar un desembolso de £250 millones ($333 millones) en lo que ha sido otro verano prolífico de gastos en Stamford Bridge, pero hay señales de que su impulso de reclutamiento tendrá más que un costo financiero.
El club ha continuado con la estrategia de apuntar a los mejores jugadores jóvenes con gran potencial que pueden conseguir, con las ocho incorporaciones hechas hasta la fecha - incluyendo a Joao Pedro, Liam Delap y Jorrel Hato - de 23 años o menos, y aún no han terminado.
Sin embargo, este enfoque tiene consecuencias, especialmente para los jóvenes jugadores existentes del oeste de Londres, y la noticia de que el graduado de la academia Tyrique George quiere irse es un recordatorio contundente de eso. Esta es la última sugerencia de que esta política de transferencias es a expensas de los propios productos de Cobham de Chelsea, y deben encontrar una manera de equilibrar las cosas.






