El Barcelona sufrió un duro golpe en LaLiga con la remontada tardía del Celta en Balaídos. Los líderes del torneo estaban 0-2 arriba y aparentemente tenían todo controlado, pero la expulsión de Marc Casadó por doble tarjeta amarilla aturdió a unos catalanes que concedieron dos goles en cuatro minutos, dejando escapar tres puntos fundamentales en la lucha por el título.
Los gallegos empezaron mejor, pero perdonaron y pagaron el precio poco después, cuando Raphinha aprovechó un pase largo de Jules Kounde y definió brillantemente para el 0-1.
Al filo del descanso, Gerard Martin debería haber sido expulsado; ya con una amarilla, el lateral cometió una falta a Iago Aspas con una entrada deslizante, pero el árbitro del encuentro, César Soto Grado, optó por no mostrar una segunda tarjeta. Como era de esperar, el lateral izquierdo fue sustituido en el descanso por Hector Fort.
En la segunda mitad, el juego se convirtió en una batalla desordenada de mediocampo, hasta que Robert Lewandowski duplicó la ventaja de los visitantes con un inteligente remate tras ser asistido por Raphinha. El brasileño podría haber tenido su segundo grito en el minuto 77, cuando nuevamente escapó de la defensa del Celta pero su disparo golpeó el poste.
Poco después, Marc Casadó fue expulsado por segunda tarjeta amarilla, y el Celta recortó distancias a través de Alfonso González, quien le robó el balón a Kounde en el área del Barça para definir con frialdad.
Y con Balaídos vibrante, el Celta empató tras una brillante acción de Hugo Álvarez, consiguiendo un punto bien merecido para ellos, pero muy doloroso para sus visitantes.
GOAL califica a los jugadores del Barça desde Balaídos...








